Obras en el hospital

Nos dirigimos a ustedes en nombre del Foro Ibérico del PVC, asociación integrada en la Confederación Española de Empresarios de Plásticos (ANAIP), que representa a la industria del PVC en la península Ibérica.

Hemos leído en la edición del 20 de agosto la noticia que hace referencia a los problemas surgidos en el suelo del nuevo edificio de Urgencias del hospital Ramón y Cajal, de los cuales se hace responsable a la empresa instaladora, pero especialmente se culpabiliza al material instalado, es decir, al PVC.

Es bien cierto que sin conocer en profundidad los detalles de un problema es difícil identificar con precisión las causas del mismo. No obstante, me veo en la obligación de comunicarle nuestro desacuerdo con las declaraciones del portavoz del Imsalud y las realizadas por la delegada de UGT del mismo hospital. Ambos representantes consideran que el error cometido radica en la decisión de utilizar el PVC para dicha aplicación y la califican de "incomprensible y desafortunada" cuando, como dice en su artículo el representante del hospital, los arquitectos responsables del proyecto insistieron en que "... este material se había aplicado en hospitales de toda Europa con inmejorables resultados porque era muy resistente y fácil de limpiar...".

Efectivamente, el PVC se utiliza para suelos de hospitales en muchos países europeos, especialmente en Alemania y en el Reino Unido, y siempre ha dado unos resultados excelentes. Siendo esta aplicación del PVC una de las que, entre las muchas de este material, tiene unas perspectivas de crecimiento mayores.

Por esta razón, creemos que el debate generado no debe girar en torno a la utilización del PVC, sino en torno a la instalación concreta de este suelo, porque si usted instala una puerta de madera de roble incorrectamente, la "culpa" de que la puerta no funcione en ningún caso es del roble.