Los bomberos portugueses revelan graves fallos de coordinación en los incendios
La Asociación Nacional de Bomberos Profesionales Portugueses (ANBP) pidió ayer la dimisión del coordinador nacional de Operaciones de Socorro, Gil Martins, por considerarlo el principal culpable de la ola de incendios que asoló al país durante las dos primeras semanas de agosto y que llevó a declarar todo el territorio portugués zona catastrófica. Según datos de la Dirección General de Bosques, 18 personas murieron a causa del fuego y al menos 215.000 hectáreas fueron calcinadas.
"Hay que dejar de culpar a los políticos y atribuir las responsabilidades a los técnicos, los errores fueron cometidos por una persona que lleva 20 años coordinando las operaciones de lucha contra los incendios forestales", afirmó ayer el presidente de la ANBP, Fernando Curto.
Las denuncias de los bomberos se diferencian de las acusaciones de los partidos opositores que responsabilizan al gobierno del primer ministro Durão Barroso por haber reaccionado tardíamente y por destinar poco presupuesto para prevenir incendios.
Tras tres días de calma, nuevas llamas aparecían este miércoles en el centro del país. En el municipio de Arganil, el incendio se logró controlar en la tarde de ayer. Mientras que en el distrito de Braga, al noreste de Oporto, 11 continuaban activos.
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