Clérigo convertido en terrorista

Algunos clérigos musulmanes habían predicado a favor de los terroristas suicidas, pero Abdel Hamid Mask ha sido el primero en inmolarse. Mask, un imam de 29 años nacido en la ciudad cisjordana de Hebrón, hizo estallar el martes la carga explosiva que llevaba adherida a su cuerpo en un autobús de Jerusalén, matando a 20 personas, en un atentado reivindicado por el grupo islamista radical Hamás.

Deja mujer y dos hijos, así como un doctorado interrumpido en ley islámica. "Doy gracias a Dios porque mi marido se haya convertido en un mártir", dijo la viuda de Mask, Areej, después de abandonar su domicilio, anticipándose a la posible demolición de su casa, una de las represalias que el Ejército israelí suele tomar contra las familias de los suicidas.

Mask es el último terrorista que desafía completamente el perfil de suicida trazado por la seguridad israelí: un hombre muy joven, sin familia, proveniente de un medio económicamente deprimido y sin nada que perder. Varios atentados han sido realizados por hombres casados, incluso por mujeres, nacidos en las clases medias palestinas.

Mask fue grabado en vídeo antes de lanzarse a lo que consideraba su misión, con un Corán en una mano y un fusil en la otra. Marcando un precedente, no sólo se expresó en árabe, sino también en inglés, y urgió a asesinar al primer ministro, Ariel Sharon. En otra imagen reciente, difundida ayer, aparece sonriente con su hija Momen, de tres años, y su hijo Sama, de dos. Según la policía israelí, Mask subió al autobús disfrazado como un rabino ultraortodoxo y saltó por los aires cuando se encontraba en la mitad del vehículo.

Sus familiares señalaron que había pasado el año 1990 encarcelado en una prisión israelí por unas acusaciones que luego se demostraron falsas, y que un familiar lejano había muerto recientemente por disparos de soldados israelíes. Las autoridades israelíes declinaron hacer cualquier comentario sobre este episodio, asegurando que la investigación del atentado era secreta.