Gorbi, en peligro
Coñe, qué zut-to, un golpe de Estado en la URSS! Menuda racha. El año pasado, Irak invade Kuwait; este año, golpe de Estado en la URSS. Y el año que viene, ¿qué? ¿Los marcianos invadirán Lepe? ¿Se liará el presidente de EE UU con una becaria? Será por el agujero en la capa de ozono, pero agosto ya no es lo que era.
"El niño Gorbi no se encuentra bien y no puede ir al Kremlin esta mañana". Así reza la nota que leyó Guennadi Yanáyev, nuevo mandamás soviético por el artículo 23, el que dice mando yo del derecho y del revés. Según Yanáyev, Gorbachov está muy cansado y por su bien lo tienen encerrado en la residencia de verano de Crimea, donde probablemente irá encontrándose progresivamente peor hasta que se nos comunique que el cansancio se ha complicado con un tiro en la sien. En la URSS es tradición que la gente mande hasta la muerte, y no hay antecedentes de cansancio, aunque sí muertes súbitas. Más o menos, como en el Vaticano.
Los antecesores de Gorbachov, Yuri Andropov y Constantin Chernenko, duraron un santiamén. Les sacaban a saludar a las masas en el aniversario de la Revolución, se constipaban, y a chupar guardias al Museo Lenin. Acababan las pompas por uno y ya llegaba otro. Pero Gorbachov apenas pasa de los sesenta años, y esperar a que se constipara era mucho esperar, de manera que Yanáyev ha decidido constiparle. Tras el anuncio del golpe, Borís Yeltsin se subió a un tanque y todos pensaron: ya le ha vuelto a dar al frasco. Pero no, es que está al frente de la resistencia. Que no nos pase nada. Wall Street ha caído 70 puntos; Madrid, 22, y el índice Nikkei, 1.370. También estos japoneses podrían poner otro índice. Cada vez que pasa algo, parece que se hunde el planeta.
Según Julio Anguita, la culpa es de Occidente. No da nombres, pero seguro que hay más de un implicado. (Es un resumen: el pensamiento de Anguita es más elaborado). Nicolás Sartorius ha saltado como una fiera cuando se le ha preguntado si el golpe puede dar la razón a quienes, desde dentro del PCE, veían con desconfianza la perestroika. Según Sartorius, sólo los fascistas, los radicales de derechas y los involucionistas pueden alegrarse del golpe contra Gorbachov.
Felipe: "El Gobierno congelará el crédito de 150.000 millones de pesetas que concedió a la URSS si los actuales dirigentes interrumpen el proceso de democratización". Frío como el hielo. Ya lo dice Alfonso Guerra. Un estadista (esto no lo dice Alfonso; Alfonso más bien dice: un cabronazo. Qué bonito es que los políticos muestren sentimientos humanos como el odio y el rencor). Seguro que Felipe enseguida cogió el teléfono y se puso a dar órdenes a George Bush: "George, coge el teléfono rojo y dile a Yanáyev que no nos creemos lo del cansancio de Mijaíl, y que se rindan antes de que vaya yo pa'llá y la arme".
Un golpe de Estado en 20 de agosto. Ya son ganas de joder. Con lo tranquilos que estábamos en España riendo las gracias de Jesús Gil: anoche se fue de bares, escoltado por su policía privada, a charlar con los jóvenes que tomaban copas en el puerto deportivo de Marbella. "Qué cara de borracho tienes, baboso, ¿cuánto te has gastado en drogas hoy, escoria?". De madrugada seguía la batalla campal, a pedradas y porrazos. Más de treinta heridos. Pero ¿a quién le importa que el alcalde de Marbella organice la marimorena si Gorbi está en peligro?
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