Libros, viajes y familia
Salvador Ordóñez, rector de la Universidad de Alicante, dedica el mes de agosto a hacer aquello que durante el resto del curso, debido a su frenética agenda y múltiples ocupaciones, no puede hacer con asiduidad: estar con la familia, viajar y leer mucho.
Sin embargo, no puede pasar sin "mi Universidad", como él llama al campus de Sant Vicent, por eso las mañanas de los días laborales del mes de agosto las aprovecha para "hablar con gente y recibir visitas de amigos en su despacho", una tarea que durante el curso académico no puede atender debidamente, de paso plantea ideas y proyectos para el nuevo curso académico. De momento, ya está trabajando en la celebración del 25 aniversario de la creación de la Universidad de Alicante, que se conmemora este curso.
Salvador Ordóñez, (Pola de Lena, Asturias 1946) disfruta conversando con sus amigos, leyendo y escribiendo. Este verano ha descubierto un libro Homenaje a Manuel Broseta, de Lluis Aguiló, Manuel Martínez y Vicent Franch del que recomienda encarecidamente la lectura del prólogo Volem l'Estatut. Entre sus múltiples lecturas veraniegas figuran también, entre otros, libros como Francomoribundia, de Juan Luis Cebrián, La palabra y la espada de Federico Mayor Zaragoza y un trabajo titulado Estratègia de la Unió Europea per a un desenvolupament sostenible que ha editado la Generalitat de Cataluña.
Entre libro y libro todavía encuentra un rato, por las tardes en su casa, para escribir algún discuso y artículos en los que plantea reflexiones para el futuro "vinculadas con la convergencia europea de las universidades, este es un reto importante que debemos afrontar. Debemos estar preparados y plantear ideas atractivas e innovadoras", explicó. También aprovecha para escribir y meditar sobre el ansiado proyecto de ampliación del campus actual y futuro parque científíco, "un tema que marcha bien, despacio pero avanza seguro". Ordóñez también aprovecha para ultimar y revisar la redacción de un trabajo científico sobre las Lagunas de Ruidera. Este catedrático de petrología disfruta paseando con su esposa por la playa, y no falta cada tarde a su baño vespertino en la Almadraba. Por las noches cena con amigos y aprovecha para estar con su familia, a la que el resto del año ve poco.
Pero además de las tareas intelectuales de leer, escribir y conversar, otra de sus pasiones son los viajes. Salvador Ordóñez estuvo a principios de agosto en su tierra natal, Asturias, donde aprovechó para visitar a su madre y estar con uno de sus hijos, y de paso acercarse a Covadonga y luego visitar en Segovia la exposición Las edades del hombre.
Ahora prepara ilusionado un viaje a Croacia para finales de mes, antes de volver a la dinámica habitual de rector. El objetivo del viaje es visitar el Parque de Plitvice, muy parecido a las lagunas de Ruidera, "es algo que me hace mucha ilusión, lo he estudiado mucho, lo conozco con detalle pero nunca he estado", dijo ayer el rector desde su despacho.
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