"Los informes más fiables"

El documento entregado por el Ministerio de Defensa a los militares autorizados a realizar declaraciones públicas se remite a "los informes más fiables de las capacidades de Irak" para asegurar que disponía de viruela, carbunco, toxinas botulínica y aflatoxina, gas mostaza y neurotóxicos. En ningún momento explica, sin embargo, cuáles eran dichos informes.

El 27 de enero, el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, informó al Consejo de Seguridad sobre las armas de destrucción masiva de Irak. Explicó que el régimen de Bagdad no había presentado pruebas convincentes sobre la eliminación de parte de sus arsenales químico y biológico, pero nunca dijo que los conservara. Como explicó el propio Blix, "decir que Irak no ha rendido cuentas de lo que ha hecho con estas armas no es lo mismo que decir que existen. Puede que existan, puede que no".

Pese a ello, José María Aznar aseguró el 5 de febrero ante el pleno del Congreso, para justificar su apoyo a la guerra, que Irak tenía armas de destrucción masiva. Según Aznar, los informes de los inspectores de la ONU "no dejan lugar a dudas" sobre su existencia.

Cuatro días después de la intervención de Aznar, el 9 de febrero, Defensa elaboró el documento sobre las armas de destrucción masiva; el 12 de febrero hizo el cuestionario con 62 preguntas y respuestas que debía servir como manual para los expertos militares; y el 19 de febrero se distribuyó el argumentario entre los miembros de la cúpula militar, que detallaba el supuesto arsenal de armas de destrucción masiva de Sadam.