Emilio Moreno lleva a Torroella su pasión por la música española del XVIII

La curiosidad musical es una constante en la carrera del violinista y director español Emilio Moreno. El barroco y el clasicismo son su terreno predilecto, y la música española de esas épocas, a la que se entrega con entusiasmo y rigor estilístico. Miembro desde su fundación de la Orquesta del Siglo XVIII, que dirige Frans Brüggen, Moreno, al frente de su conjunto El Concierto Español, lleva esta noche su pasión por la música española al Festival de Torroella de Montgrí (Baix Empordà) en un concierto en memoria de Ernest Lluch en el que rescata la música de la época del archiduque Carlos.

Torroella de Montgrí recuerda por tercer año consecutivo al ex ministro socialista Ernest Lluch, asesinado por ETA en 2001, con un estimulante concierto cargado de sorpresas. A Lluch le encantaba rescatar partituras del olvido, y animaba a intérpretes y programadores con las propuestas más singulares. Desde este punto de vista, el programa que Moreno dirige en el festival ampurdanés es, sencillamente, una caja de sorpresas que permitirá descubrir un montón de partituras que ilustran el entorno del archiduque Carlos en Barcelona y la influencia italiana que marcó la vida musical barcelonesa a lo largo del siglo XVIII.

Piezas de Charles Demazures, Antonio Caldara, Emanuele d'Astorga, Jaume Casellas, Johann Joseph Fux, Händel y Pablo Esteve se dan cita en un programa sorprendente que arroja muchas luces sobre un periodo de la historia musical española poco divulgado y rara vez interpretado. "El nexo de unión del programa, que he diseñado junto al musicólogo y crítico musical Jorge de Persia, es la corte del archiduque Carlos, su entorno musical, muy poco tratado, y la influencia italiana en los compositores catalanes a su servicio en Barcelona", comenta Moreno.

Entre las partituras rescatadas destacan fragmentos de la cantata De terrenos afectos desprendida, de Jaume Casellas (1690-1764), y la comedia Hallazgo, paz y privanza, de Pablo Esteve (1730-1790). "Partimos del viaje de Elisabetha Cristina a Barcelona, que ilustraremos con una suite de Charles Demazures, y rescataremos partituras muy conocidas que ilustran el ambiente cortesano y la influencia italiana en compositores como Casellas y Esteve", explica.

Dos piezas de una conocida obra de Händel, el Te Deum de Utrecht, servirán para ilustrar el final de la guerra de Sucesión y el Tratado de Utrecht. El resto del programa es una fuente de sorpresas, incluidas las arias y sonatas de Il piu bel nome, de Antonio Caldara, referencia estilística de su época, y las del drama pastoral Dafni, de Emanuele d'Astorga (1680- 1755), representada en Barcelona en 1709. "Es un programa muy variado, sin ánimo musicológico, pensado para que el público descubra una música poco conocida, pero llena de encanto".

Recuperar la música española del siglo XVIII es uno de los retos que se ha impuesto Moreno con los dos conjuntos que dirige, La Real Cámara, junto a su hermano, el guitarrista José Miguel Moreno, y El Concierto Español. "Estoy convencido de que si no lo hacemos los músicos españoles, nuestro repertorio seguirá olvidado y marginado. Nos encanta tocar Boccherini y Corselli, cuya música tiene espíritu español, pero nuestro objetivo es divulgar el repertorio hispánico, por convicción en su belleza y valor".

En marzo de 2004 dirigirá en el teatro de la Zarzuela de Madrid, en versión de concierto, una joya olvidada de José de Nebra; el primer acto -el único que se conserva- de la ópera Amor aumenta el valor, escrita para conmemorar la boda de Fernando VI. "Existen muchas partituras que deberían salir del olvido y tenemos muchos proyectos, pero no contamos con ninguna subvención estable, y los programadores suelen preferir una enésima versión de las pasiones de Bach que una obra española desconocida e interpretada por músicos españoles. Es un repertorio minoritario que queremos seguir divulgando en la medida de nuestras posibilidades".