12 jóvenes artistas vascos y navarros reúnen su obra en una colectiva en Pamplona
La galería Moisés Pérez de Albéniz acoge hasta septiembre la muestra '70'S/ Setentas'
Son doce artistas jóvenes, pero consagrados de Euskadi y Navarra con propuestas muy diferentes. Sólo comparten el hecho de haber nacido en territorios próximos y en la década en que la libertad regresó a nuestro país. Eva Morant (Pamplona, 1974), Inazio Escudero (Bilbao, 1972), Iñaki Gracenea (Hondarribia, 1972), Maider López (San Sebastián, 1975), Miguel Pueyo (Pamplona, 1974), Oier Etxeberría (Azpeitia, 1974) o Elba Martínez (Pamplona, 1974) son algunos de estos creadores que muestran su obra en la galería Moisés Pérez de Albéniz de Pamplona, en la exposición 70'S/ Setentas.
"Nacidos en la década de los años setenta, los seleccionados por la galería han concebido su obra en un contexto radicalmente diferente a los artistas ya consagrados de nuestro país. A pesar de su enorme diversidad de medios y estilos, en sus propuestas hay un afán común por experimentar buscando ideas propias y sentimientos autónomos", señaló Pérez Albéniz al presentar esta semana una muestra que abre el nuevo curso artístico de la capital navarra. Entre las obras, escogidas libremente por cada uno de los seleccionados, hay instalaciones, fotografía, videocreación, pintura, escultura y dibujo. Las referencias políticas y sociales de los autores poco o nada tuvieron que ver las que acompañaron a la generación artística anterior, que conoció la dictadura. No obstante, perduran algunos nexos de unión, como el complejo artefacto-bomba en forma de instalación diseñado por Miguel Pueyo. "Hasta ahora mis obras hablaban de la belleza, pero con el paso del tiempo se han transformado en artefactos peligrosos", explica el artista pamplonés. "Esta ha cobrado vida propia, genera inquietud, tiene un cerebro propio, es real", añade al reflexionar sobre la expresión artística que provocan el terrorismo y la violencia en su trabajo, un cilindro metálico surcado de cables en el que el espectador explora un ominoso interior iluminado.
La escultura de suelo de Nerea de Diego (Pamplona, 1974), confeccionada con materiales pobres (cartonajes polícromos), se despliega a los pies de la propuesta fotográfica y pictórica tenebrista de Ignacio Saez (Bilbao, 1971), y frente a ellas se extiende la aparente sencillez creativa de la serie de pinturas de Virginia Domeño (Guerendiain, 1972), entrelazadas a base de la semántica gráfica de las palabras.
"Busco la extrañeza que genera la relación entre la imagen de este vídeo, el primero que confecciono, y el sonido que produce el velcro que se adhiere a las piernas del personaje al danzar", explica la pamplonesa Eva Morant. La aportación a la muestra generacional del bilbaíno Inazio Escudero ya pudo verse en el museo de Bellas Artes en 2001, pero desde entonces la frenética videocreación de Escudero sólo se había exhibido en Burdeos. Ahora, la galería pamplonesa reproduce este vídeo en directo de quince minutos de duración, con aires de perfomance, en el que el artista lucha denodadamente por tocar una guitarra eléctrica mientras es atacado por un ejército de pequeños proyectiles. "Huyo de la música, huyo del arte, me acerco a ambos. Es algo inevitable", manifiesta el artista.
La pieza-instalación de Elba Martínez, Autocanibalización, se aproxima a los módulos arquitectónicos que configuran las letras de madera iluminadas por una paradójica luz negra, en un ejercicio plástico-poético que tiene su prolongación en las cajas luminosas naranjas, amarillas y azules creadas por Maider López.
En la muestra, que permanecerá abierta al público hasta el mes de septiembre, se incluyen también los trabajos de Abigail Lázcoz (Bilbao, 1972), dos dibujos de simbolismo preciosista, así como las planchas de contundencia metálica de Aitor Ortiz (Bilbao, 1971) o las noticias no reveladas de la instalación de Oier Etxeberría.
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