No a la 'tele' en el metro
Nos han querido acostumbrar poco a poco para ver si no nos dábamos cuenta. Ya llevamos un tiempo con pantallas de televisión en el metro, pero por lo menos tenían el detalle de no poner el volumen. Sin embargo, ahora en los andenes de Sol en la línea 2 o en Atocha en la 1, cuando uno va por la mañana medio dormido a coger el metro, refugiado en la lectura de su novela o de su periódico le ataca el sonido insoportable de la publicidad de esos televisores.
Y yo me pregunto: si nunca veo la tele en casa (y mucho menos los anuncios) ¿por qué me tienen que obligar a oírla en el metro? Puedo cerrar los ojos, pero me niego a ir con tapones en los oídos. ¿Qué pasa? ¿No tenemos suficiente telebasura como para que nos persiga también en el metro? Que nos dejen en paz. ¡Por favor, que retiren esas enormes pantallas de los andenes! En los trenes y los aviones te entregan auriculares para que el escuchar, o no, sea opcional, ¿por qué en el metro nos obligan a oírlo a la fuerza?
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