Trillo admite que "orientó" a los militares sobre Irak, pero "sin inventar nada"

El ministro de Defensa, Federico Trillo, admitió ayer que su Departamento "orientó" a los militares que hablaron de la guerra contra Irak, aunque matizó que "sin inventar nada". Respondía así a la información publicada por EL PAÍS, en la que se reproduce el manual de 62 preguntas que los 19 oficiales que acudieron a las televisiones debían seguir. PSOE e IU pidieron ayer tanto a Trillo como a José María Aznar que expliquen ya este asunto "por decencia democrática".

"Nosotros les dimos la información que precisaban, contenida en las directivas del propio Ministerio de Defensa, cuando organizaba una misión o en los debates parlamentarios", dijo Trillo en la Cadena Cope, aunque enseguida matizó: "No inventamos nada ni adoctrinamos a nadie". El secretario de Estado de Defensa, que el lunes negó que el ministerio hubiera instruido a ningún militar sobre lo que debía decir, dijo ayer que el argumentario "no tiene carácter vinculante", y son "ideas para que la gente pueda completar con las suyas propias". Lo comparó con lo que se distribuye en el PP a los candidatos políticos, que "tampoco es una imposición, ni mucho menos".

La portavoz del Comité Electoral Federal del PSOE, Carme Chacón, sostuvo que, por "decencia democrática", tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como el propio ministro de Defensa, así como el director del Centro Nacional de Inteligencia, Jorge Dezcállar, deben comparecer de forma urgente en el Parlamento para explicar a la opinión pública "las mentiras" y la "campaña de intoxicación y propaganda" que sirvieron para apoyar una guerra "ilegal, injusta e injustificable".

Chacón dijo que "no pasa un sólo día en el que no sean más evidentes las mentiras del Gobierno de Aznar para justificar su apoyo a la guerra". "Aznar mintió y obligó a militares de alta graduación a difundir mentiras", aseveró la portavoz socialista.

Chacón ofreció una solución para que el Ejecutivo ofrezca explicaciones de forma inmediata: "El próximo martes [el día que se reúne la Diputación Permanente del Congreso] se verá el grado de sensibilidad democrática del Gobierno", porque allí podrá aceptar las peticiones de comparecencias que le solicitará la oposición en relación a la guerra de Irak.

La dirigente socialista aprovechó para criticar también la decisión de la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, de suspender las vacaciones del embajador de España ante la ONU, Inocencio Arias, tras sus polémicas declaraciones, en las que dijo que si no aparecían las armas de destrucción masiva habría que replantearse "todo" con respecto a la guerra de Irak. "Es un nuevo método para tapar la boca a funcionarios molestos", ironizó.

Gaspar Llamazares, coordinador general de Izquierda Unida, sostuvo que estas últimas informaciones demuestran que España actuó durante la guerra "no como un país soberano sino prácticamente como una colonia", ya que en vez de pedir opinión a los militares españoles "se les adoctrinó sobre lo que debían decir, que era lo mismo que sostenían los halcones del Pentágono, y no la inteligencia española ni la OTAN".

Esta forma de utilizar al Ejército para reforzar los intereses políticos del Gobierno recuerda para Llamazares "al franquismo". Las Fuerzas Armadas, recuerda el líder de IU, están al servicio de todos los ciudadanos y no deben ser utilizadas sólo para reforzar los argumentos del Ejecutivo.

"Aznar no sólo ha mentido en todo. También ha forzado a unos funcionarios a mentir, y los ha utilizado para su campaña de propaganda", acusa Llamazares.

En relación a la polémica con las armas de destrucción masiva, el jefe de las tropas españolas destinadas en Irak, el general Alfredo Cardona, se mostró ayer "extrañado" de que "no haya aparecido nada", que estos arsenales "hayan desaparecido" sin dejar "ni rastro". En todo caso, Cardona, en declaraciones a la cadena SER, explicó que él no ha recibido ninguna consigna sobre lo que debía decir.