Archidona y una incineradora de residuos
Archidona es un bello pueblo de la provincia de Málaga, enclavado en la falda de un cerro milenario entre dos viejas montañas, que mira a una pequeña y fértil vega, encrucijada de caminos desde siempre en el antiguo camino de Sevilla-Granada.
La gente vive principalmente de la agricultura, concretamente del olivar, sin desdeñar pequeñas industrias auxiliares de la construcción urbanística, amén de otras industrias de los tradicionales oficios del hierro, de la madera, de la panadería.
En los últimos años se ha empezado a desarrollar de manera lenta, pero firme y próspera el sector de los servicios. Se ha creado una Escuela Regional de Hostelería y, en breve, se inaugurará un hotel en el antiguo monasterio de Santo Domingo. Desde hace años funciona un geriátrico. El pueblo se está cosmopolitizando con la llegada de extranjeros que buscan el paisaje, la buena ubicación y el sosiego. Las casas rurales diseminadas por los más variopintos rincones del campo archidonés se remozan y de nuevo vuelven a habitarse para el turismo rural, gracias a la iniciativa de los particulares y al apoyo del Ayuntamiento. Se construye una urbanización de casas de campo y de recreo en un flanco de la Vega, las Huertas del Río. Está en proyecto un camping en el Molino Don Juan, a las afueras del pueblo, que acogerá a los muchos visitantes que acuden de escalada a la Cueva de las Grajas. Muy pronto se abrirá el museo de la ciudad.
¿Qué será de este patrimonio cultural y económico si los archidoneses permitimos que se construya en el mismo corazón de la vega una monstruosa y descomunal fábrica de incineración de residuos para obtener energía eléctrica? Ocupará una extensión aproximada de 44.000 metros cuadrados, cuyos edificios tendrán una altura de 40 metros (más o menos, 13 plantas) y una chimenea de 60 metros (sobre 19 plantas).
El Ayuntamiento de Archidona obtendrá unos beneficios anuales del 3% (aproximadamente unos 50.000 euros) que le ofrece la empresa instaladora, además se crearán 20 puestos de trabajo directos y otros indirectos. A cambio, la vega, el espejo en que se ha mirado Archidona, se destruirá y se convertirá en el mayor basurero biomásico de Andalucía, con los problemas de salubridad, higiene y otros que acarreará su instalación.
¿Tan poco consideran, los munícipes de Archidona, lo que vale el patrimonio natural, paisajístico y económico de su pueblo, así como la calidad de vida de los archidoneses?
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