ICV y ERC piden al consejero de Gobernación la convocatoria urgente del pacto antitransfuguismo

Esquerra Republicana (ERC) y, sobre todo, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) no quieren que la moción de censura que se ha presentado en Martorelles (Vallès Oriental) se quede en un asunto menor. El vicepresidente de ICV, Jaume Bosch, envió ayer una carta al conseller en cap, Artur Mas, y al consejero de Gobernación, Josep Maria Pelegrí, emplazándoles a abortar la moción impulsada por CiU con el apoyo de un concejal tránsfuga y reclamó la convocatoria urgente del pacto antitransfuguismo, suscrito por todos los partidos en 1998.

Martorelles tiene 5.000 habitantes, pero para Iniciativa es un caso equiparable casi al de la Asamblea de Madrid y al de Marbella al compartir todos el mismo esquema: el de un cargo electo que a los pocos días de las elecciones renuncia a las siglas con que acudió a los comicios y colabora con la oposición para cambiar el color del gobierno.

La concejal tránsfuga en Martorelles fue elegida en las listas socialistas, lo que dio pie al ecosocialista Jaume Bosch a arremeter contra el PSC entrelazando los tres conflictos citados: "El PSC tiene que hacer una profunda reflexión acerca de lo que le está pasando y revisar su forma de hacer las listas; sumando los casos de Madrid, Marbella y Martorelles, el PSC tiene un tránsfuga cada cinco días", afirmó en conferencia de prensa.

Izquierda plural

Los cinco ediles de Convergència i Unió de Martorelles, que han contado hasta ahora con la aquiescencia de la dirección central de la federación, presentaron ayer la moción de censura con el apoyo de la concejal tránsfuga del PSC, Núria Llistosella. Ésta fue la cabeza de lista socialista en los últimos comicios y tras las elecciones se formó un gobierno de la izquierda plural, con el compromiso de que las tres formaciones -Iniciativa, tres concejales; PSC, dos concejales, y ERC, un concejal- se turnarían en la alcaldía a lo largo del mandato. Pere Trunyols, de Esquerra, es el actual alcalde.

Jaume Bosch, vicepresidente de Iniciativa, y Ernest Benach, vicesecretario general de Esquerra, reclamaron ayer a CiU que impida la moción de censura esgrimiendo la firma del pacto antitransfuguismo. Este pacto, suscrito en 1998 por todos los partidos parlamentarios, indica que ningún partido se apoyará en un tránsfuga para alcanzar el poder. El pacto se renovó el pasado 29 de julio, en plena polémica por la actitud de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez en la Asamblea de Madrid, diputados elegidos en la lista del PSOE cuya actitud ha impedido no obstante la formación de un Gobierno de izquierdas. En la reunión de la comisión de seguimiento del pacto todas las formaciones acordaron extender el pacto a todas las instituciones.

"Con el tiempo que llevamos en el gobierno aún no hemos tenido tiempo de hacer cosas como para motivar una moción de censura", afirma Pere Truyols, alcalde de Martorelles, la primera localidad catalana en la que se ha producido una moción de censura en este mandato.

Polémica por los bomberos

Tras únicamente 40 días de gobierno, CiU logró la complicidad de Llistosella para impulsar la moción. La decisión del equipo de gobierno de intentar traspasar la gestión del cuerpo de bomberos de la localidad a la Generalitat debido a los "elevados costes de su gestión" tensó el ambiente político de la población, lo que provocó manifestaciones ciudadanas en contra.

El probable candidato para suceder a Truyol es el convergente Jaume Mompel, que en los pasados comicios encabezó la lista de CiU. La federación nacionalista fue la lista más votada y obtuvo cinco concejales, pero la unión de la izquierda apartó de la alcaldía a Mompel, quien había sido alcalde de la localidad durante ocho años.

La nueva propuesta colocaría a Mompel tres años en la alcaldía y uno a Llistosella. Ésta ha sido expulsada fulminantemente del PSC, pero la dirección de CiU ha dejado claro que no se opondrá a la postura de sus militantes.