Bové convoca protestas contra las sedes de las multinacionales

José Bové, líder francés contra la globalización, reclamó a los más de 200.000 simpatizantes antimundialización reunidos en el altiplano del Larzac (sur de Francia) que "el próximo otoño no sea caliente, sino que hierva", y les pidió que, "a partir del próximo 6 de septiembre", protagonicen acciones o manifestaciones en todas las ciudades "contra las sedes de las multinacionales" y con "el objetivo de hacer fracasar la cumbre de Cancún", que se celebrará entre el 10 y el 14 de septiembre en esa ciudad mexicana. "Los 146 países que forman parte de la OMC [Organización Mundial del Comercio] se han de sentir bajo control para que ninguno firme el acuerdo de liberalización de servicios".

Bové aprovechó la convocatoria para anunciar "su retirada en el año 2004 del puesto de portavoz del sindicato" para evitar "la peligrosa personalización del movimiento social". Negó por enésima vez que piense "presentarse a una elección local, nacional o europea", pero tanto los ecologistas como los comunistas hablan de la oportunidad de ofrecerle encabezar su lista en los próximos comicios europeos.

A lo largo de casi tres días, bajo un bochorno inclemente, Bové y la galaxia de organizaciones que constituyen el movimiento antimundialista en Francia han reunido entre 200.000 y 350.000 personas en el Larzac. El éxito de la convocatoria ha sido enorme. Marie-Georges Buffet, líder del Partido Comunista Francés (PCF) aseguró: "Aquí he reencontrado la ebullición social de los últimos meses de la lucha por una jubilación digna, por una escuela pública o por mantener el estatuto del espectáculo, el combate contra el Gobierno y la patronal, pero también múltiples reflexiones sobre un nuevo modelo de sociedad".

Contra el Gobierno

Entre un Woodstock francés y José Bové, la reunión del Larzac representa tanto una advertencia contra el Gobierno como contra los socialistas del PS, cuyo tenderete fue desmantelado por asistentes que consideraron que "el PS no es un partido de izquierda", al margen de que fuese el presidente regional socialista quien mayores subvenciones aportara a la reunión.

Los problemas de logística -el segundo día se habían acabado los 350.000 litros de agua y había que subsistir con cerveza o Alter-Cola- no comportaron ningún incidente grave, pero obligaron a que, desde la tarde del sábado, el acceso al altiplano quedase cerrado.

El enorme éxito de esta edición obligó a los organizadores a pedir a las autoridades que cerrasen ayer los accesos viales al sitio, situado en la árida planicie de Larzac, para impedir la llegada de más gente. La afluencia masiva de militantes antiglobalización, que desbordó las previsiones más optimistas de los organizadores -esperaban un máximo de 100.000 personas-, hizo temer por eventuales problemas de seguridad e higiene. El cierre de los accesos al sitio se produjo unas horas antes del comienzo del macroconcierto de Manu Chao.