Ni copa ni puro
El tabaco y el alcohol causan al año el 19% de las muertes en España. Fumar mata más, pero lo peor es ser alcohólico
Puede que alguna vez se haya preguntado sobre qué droga es más mortal, si el alcohol o el tabaco; qué le cuesta más a la Seguridad Social, si el alcohol o el tabaco, o quién ganaría en una pelea a muerte, si Mike Tyson o Bruce Lee. Las comparaciones se pueden hacer, aunque las respuestas no son siempre claras. Entre el tabaco y el alcohol, mata más y cuesta más al Estado el primero. El alcohol gana en destrozar familias, vidas de jóvenes al volante y segar columnas vertebrales. Conclusión: son dos asesinos en serie que a menudo viajan de la mano y que sumados suponen un 19% de las muertes que cada año se producen en España.
Si el director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, tuviera que elegir entre erradicar el alcohol o el tabaco, elegiría el segundo: "Las dos son muy graves, y el alcohol destroza vidas y familias, pero el tabaco, aunque mucha gente no se dé cuenta, es absolutamente dañino".
Los costes derivados del tabaquismo son mayores que los de tratar el alcoholismo
- Muertes. Las muertes por tabaco en España son más de 55.000 al año, unas mil cada semana, según el Ministerio de Sanidad, lo que supone un 16% de la mortalidad total. Las causadas por el alcohol, unas 12.000, un 3% de la mortalidad, según una estimación del Plan Nacional sobre Drogas. Por una de esas cosas de la Administración, el tabaco depende del Ministerio de Sanidad y el alcohol del Plan Nacional sobre Drogas, dependiente del Ministerio de Interior. Como si el tabaco no fuera una droga y el alcohol no fuese un problema de salud pública.
- Número de adictos. Uno de los problemas para comparar las dos drogas, como señala Martín Moreno, es que el alcohol en abuso es peor que el tabaco, pero hay menos gente que abusa del alcohol que fumadores empedernidos. Los que abusan del alcohol son un 6% de la población española (más de un millón de personas), según el Plan Nacional sobre Drogas. Los fumadores, un 42,1% de los hombres y un 27,2% de las mujeres. Tanto los fumadores como los bebedores excesivos están en retroceso desde los años noventa.
El fumador fuma. El que bebe no tiene por qué hacerlo en exceso. Así, otro de los problemas es definir qué es un bebedor excesivo. El Plan Nacional no habla de alcohólicos, sino de distintos grados de bebedor de riesgo. El grado más bajo comienza a partir de las cinco cervezas (y vinos) o tres copas diarias en días laborables.
- Costes. Uno de los cálculos más complicados es saber cuánto le cuesta al Estado cada vicio. Un estudio realizado por Eduard Portella, presidente de la consultora especializada en sanidad Antares, estimó que el alcohol le costaba al Estado unos 3.800 millones de euros al año. Esto incluía gastos sanitarios, de tratamiento de los accidentes de tráfico y costes indirectos (bajas laborales y pérdidas de productividad). "El coste del alcohol es tremendo. Se habla mucho del tabaco, pero se olvida el destrozo del alcohol. La pérdida de vidas de jóvenes en la carretera, la violencia familiar agudizada por la bebida", señala Portella.
Ángel López Nicolás, investigador del Centro de Economía y Salud, de la Universidad Pompeu Fabra, ha estimado el coste sanitario del tabaquismo. "Tratar las seis enfermedades más asociadas con el tabaco cuesta unos 3.900 millones de euros al año", explica López Nicolás. Esta estimación no incluye bajas laborales y costes indirectos. De los datos, López Nicolás concluye: "Parece que el tabaco sale más caro que el alcohol".
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca y experto en economía de la salud Francisco Javier Braña, asegura que puede que sí, pero que no se puede medir el daño a terceros que supone el alcohol: "Cuando uno fuma y se muere, la familia lo pasa mal al final, pero su vida no ha sido un infierno. Además, un fumador no se sube a un coche y mata a otra persona. ¿Cómo se mide eso?". Ninguno de los expertos consultados sabe si Bruce Lee ganaría a Tyson.
Una guerra desigual
"Siempre escucho hablar de lo malo que es el tabaco y muy pocas veces sobre el alcohol, que puede ser peor", sentencia Eduard Portella, autor del mayor estudio en España sobre los costes del alcoholismo. El caso es que, como señala el director general de Salud Pública, José María Martín Moreno, el alcohol "está más aceptado socialmente, más arraigado en la cultura". En los últimos años, y con retraso respecto al resto de la Unión Europea, la sociedad comienza a ver mal el tabaco, como explica el investigador del Centro de Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra, Ángel López Nicolás.
La actitud hacia el consumo de alcohol también está cambiando. En 1995, el 61,1% de los españoles veía pocos o ningún problema en consumir cinco copas durante el fin de semana. En 1999, la cifra había bajado hasta el 50,1%.
Los expertos coinciden en que los accidentes de tráfico han sido la principal causa en la concienciación contra el alcohol. Un 40% de los accidentes mortales son atribuibles al alcohol. Los accidentes son la principal causa de muerte y de lesiones medulares entre los menores de 24 años. Una de cada tres muertes de jóvenes menores de 30 años se produce en accidente de tráfico.
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