Un incendio indomable
Un impresionante despliegue de medios en Extremadura fracasó en el intento de frenar a tiempo el mayor incendio del verano
"Vientos muy fuertes, humedad del 12% y en una zona inaccesible. ¿Qué haces entonces?"
Cuando el fuego de Portugal pasa a España, los equipos están lejos, apagando otros dos
"La gasolinera tenía 100.000 litros de combustible. Si explotase se vería en Madrid"
No se pudo empezar a apagar las llamas hasta 30 horas después de declararse el fuego
"Vean nuestro chapapote"
"Esta casa la defendí luchando contra el fuego y contra la Guardia Civil". Desde la cuneta de la carretera 521, Carlos Carballo Berrocal explica cómo se enfrentó a los agentes para defender del fuego su restaurante, El Cruce. Cuando estuvo seguro, se fue a defender con dos amigos su negocio de rutas ecuestres por la zona. Dos caballos murieron abrasados, y otros dos sufren quemaduras que los mantienen a oscuras cubiertos de pomada.
El consejero de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Javier López Iniesta, calcula que un 30% de la economía de la zona de Valencia de Alcántara había pasado en los últimos años a depender del sector servicios. La ruina amenaza ahora a los que, como Carballo, habían puesto sus esperanzas en el incipiente turismo rural. Esta zona de Cáceres, con miles de hectáreas de pino, alcornoque y encina, es uno de esos paraísos desconocidos, de los que sólo se recomiendan a los amigos. O lo era hasta el domingo pasado.
El miércoles, los vecinos de Valencia de Alcántara se reunieron para organizar una plataforma ciudadana. "Se trata de pedir soluciones", dice Inocencia Rey, que es dueña de una casa rural y de quien partió la iniciativa. En un acalorado debate, un vecino se levantó para decir: "Hay que pedir a la gente que venga a ver la lava negra de este volcán que nos ha arrasado. Que vengan a ver nuestro chapapote".
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