Iberia negocia un acuerdo con las agencias de viajes para cerrar la 'guerra de las comisiones'

Iberia y las agencias de viajes están dispuestas a poner punto final a la batalla que libran desde inicios del verano por la intención de la aerolínea de suprimir, a partir del 1 de enero, las comisiones fijas que cobran los minoristas por la venta de billetes de avión. La aerolínea acepta ahora estudiar con la asociación CAAVE, que agrupa a más de 4.000 agencias, una fórmula mixta de retribución. Con este sistema se mantiene la comisión fija para la agencia, aunque reducida, mientras que los intermediarios cobran, además, una tasa a sus clientes por los servicios prestados.

Los planes de Iberia de suprimir las comisiones fijas que perciben las agencias de viajes, que emiten un 85% de los billetes de la aerolínea, puso en pie de guerra al sector. Los minoristas incluso amenazaron a la compañía con pedir una indemnización judicial de 800 millones de euros si no rectificaba. Finalmente, las partes se han sentado en la misma mesa con el objetivo de intentar buscar una salida al conflicto.

Iberia no ha modificado su postura inicial. Y aún es pronto para decir si dará marcha atrás en sus planes de eliminar estas comisiones o si, por el contrario, seguirá adelante con ellos, pese a las amenazas de las agencias. La primera y única reunión hasta el momento tuvo lugar el 30 de julio pasado. Pero fuentes del sector aseguran que la compañía "se ha mostrado más flexible en su idea radical inicial de establecer una comisión 0% y ha aceptado estudiar una fórmula mixta".

Fuentes de la compañía han rechazado hacer comentarios sobre el estado de las conversaciones. Está previsto un próximo encuentro para el 20 de agosto, y ambas partes acudirán a la cita, según las fuentes, con voluntad de consenso y un "espíritu constructivo".

Porcentaje más una tasa

La fórmula mixta, propuesta por las agencias de viajes, ya se emplea en otros países europeos. Este sistema está formado por dos elementos. En primer lugar, la compañía mantiene las comisiones fijas, aunque más reducidas que las actuales. Las nuevas podrían oscilar, por ejemplo, entre el 3% y el 5%.

En cambio, Iberia paga ahora a la agencia de viaje un 6,5% fijo por la venta de un billete de vuelo nacional y un 7,5% por un vuelo internacional, a lo que hay que sumar un porcentaje variable por incentivos (fomento de billetes electrónicos o de determinados destinos). Durante el año pasado, las agencias cobraron 125 millones en comisiones fijas y cerca de 30 millones en variables.

Para compensar a los vendedores del billete, se establecería una tasa adicional en concepto de gastos de gestión que las agencias cobrarían a sus clientes en función de que el billete sea para un vuelo nacional, europeo o internacional.

Los minoristas podrían establecer esta tasa en función de sus necesidades comerciales, con lo que, aseguran, se incrementaría la competencia y, con toda seguridad, supondría una bajada de precios.

Este sistema ya se emplea en Austria y en Portugal. En el país vecino, por ejemplo, la comisión fija ronda el 6%, mientras la tasa media está en unos 12 euros. En Austria, la comisión está en el 5% y la tasa ronda los 18 euros.

La intención de Iberia de eliminar las comisiones fijas responde a la necesidad de la compañía de bajar los precios de sus billetes para hacer frente a la extraordinaria presión que está ejerciendo la competencia, sobre todo las aerolíneas de bajo coste, que ofrecen billetes a precios mínimos y que han conseguido hacerse con una parte importante del mercado.

Así lo explicó la compañía a las agencias en una carta que comenzó a enviar a finales de junio, en la que daba por "agotada" la fórmula de "una progresiva reducción de comisiones" y daba por hecho la introducción del nuevo sistema de tarifas netas (sin comisiones).

Hasta ahora, el precio del billete que paga el consumidor incluye el coste del transporte y las comisiones por el servicio de información, asesoramiento, búsqueda, reserva o venta del billete. El sistema que propuso Iberia y que levantó la ira del sector separa ambos costes, de modo que cada agencia puede fijar de forma independiente qué comisión (tasa) quiere aplicar al consumidor.

Iberia, que en 2002 redujo un 6% sus gastos de explotación con unos ingresos estables (4.700 millones), afirmaba en esa carta que hará lo mismo en sus puntos de venta directos, que no pretende competir con su principal canal de distribución y que informará a las agencias del margen que se lleva por el servicio, que todavía no ha sido fijado. Los incentivos variables continuarán en vigor.