La región sufre un promedio de un homicidio cada 70 horas
La policía resuelve el 56% de los crímenes, y la Guardia Civil, el 92%
La región igualó ayer, con el homicidio de José Gabarre Vargas en Getafe, el número de asesinatos registrados durante todo el año pasado: 75. Y eso que aún quedan 145 días para concluir 2003. Estas cifras arrojan el balance más sangriento de la historia de Madrid, donde se produce una muerte violenta cada 70 horas (menos de tres días), un récord jamás conocido en los últimos años. El 55% de las personas asesinadas en Madrid (41 víctimas) eran extranjeras, el resto (34) eran españolas.
Los datos son oficiosos, ya que tanto la Jefatura Superior de Policía como la Comandancia de la Guardia Civil envían estos listados directamente a la Delegación del Gobierno y a sus respectivas direcciones generales. Fuentes consultadas por EL PAÍS no descartan incluso que el número de homicidios sea algo mayor, ya que las múltiples reyertas y peleas que se producen cada día, en especial los fines de semana, han podido concluir con la muerte de sus víctimas, sin que haya sido recogido por los medios de comunicación.
- Más españoles. La nacionalidad española es la que más víctimas ha sumado este año. En los 75 homicidios perpetrados hasta ayer, 34 fallecidos tenían carné de identidad español (45%). A larga distancia están los colombianos (9), marroquíes (7) y ecuatorianos (6). Este año se han añadido a este capítulo nacionalidades de emigrantes que jamás habían sido víctimas de asesinato en Madrid. Descata en este capítulo el asesinato de una turista griega, Cristianti Papadopoulos, de 32 años, en la calle de Fernanflor (Centro), junto al Congreso de los Diputados, el 8 de junio. La víctima se resistió a un atraco por parte de dos magrebíes, uno de ellos menor de edad, que la acuchillaron. Ambos fueron detenidos instantes después.
- Julio, el más sangriento. Julio pulverizó las estadísticas policiales: hubo un homicidio cada dos días. Le siguen en tan nefasta lista abril, con 14, y febrero con 13. Por contra, junio, con cuatro, y enero, con seis, han sido los más tranquilos para los investigadores de Homicidios. De hecho, entre el viernes 11 y el sábado 12 de julio se registraron seis muertes violentas en Usera, Villaverde, Moncloa y San Blas y las localidades de Ciempozuelos y Galapagar. El último fue un inmigrante peruano, Francisco Quezada Ramírez, de 49 años, que murió en el hospital Ramón y Cajal tras haber sido agredido tres días antes con un casco por un grupo de motoristas en la calle de Julia García Boután (San Blas). El fallecido les recriminó que condujeran sus motos por la acera.
- Centro, a la cabeza. Una vez más, el distrito de Centro es el que encabeza la lista de homicidios, con ocho muertes violentas. Y eso a pesar de que la comisaría de este distrito es la más dotada, con unos cuatrocientos agentes. Le siguen Puente de Vallecas y Villaverde, con cinco homicidios cada uno. Por contra, Chamartín, Moratalaz y Arganzuela no han recibido todavía la visita de los investigadores de Homicidios. Este año, uno de los distritos más tranquilos de la capital, Barajas, suma un homicidio. Se trata de una víctima del llamado asesino del naipe, el confeso Alfredo Galán Sotillo, de 26 años, que carga a sus espaldas seis asesinatos. El 5 de febrero mató al empleado de limpieza del aeropuerto de Barajas Juan Carlos Martín Estacio, de 28 años, en la plaza del Mar, de un tiro en la cabeza con su pistola Tokarev del calibre 7,62 milímetros.
- Leganés, por delante. Este municipio del sur ha sufrido en sus calles el mayor número de muertes violentas de la región, con cuatro homicidios. Detrás se halla Arganda del Rey, con tres; Pedrezuela, dos, y Villanueva de Perales, dos. Leganés vivió de hecho uno de los casos más dramáticos de este año cuando fue atropellada y rociada con gasolina la deficiente mental Sandra Palo Bermúdez, de 22 años. Esta joven regresaba a casa de tomar unas copas con sus amigos cuando fue raptada por cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, y conducida a un descampado junto a una fábrica de rótulos. Allí fue violada por sus captores y, cuando la iban a dejar, el conductor del vehículo la atropelló reiteradamente. Después la rociaron con gasolina y la quemaron. Todos los supuestos culpables están detenidos.
- Las armas de fuego mandan. El tiro en la cabeza o una ráfaga de fusil ametrallador es el método más utilizado por los criminales para matar en Madrid. Lo han empleado en 26 ocasiones, seguido de las 25 en las que han utilizado armas blancas. En la lista también destacan las peleas, con siete víctimas; golpear con objetos contundentes, también con siete, o el uso de coches, con tres.
El caso que más alarma social causó se produjo el 26 de febrero, cuando fueron acribillados a balazos los búlgaros Iván Dimitrov, de 40 años, y Petrovic Murolov, de 28, en la calle del Jazmín (Ciudad Lineal). Dos individuos que les seguían les tirotearon cuando se bajaron del todoterreno en el que iban para comprobar si tenían una rueda pinchada. Uno de los asesinos disparó dos ráfagas con un Kaláshnikov.
- Un 62,6% resuelto. Los investigadores de Homicidios han resuelto 47 de los 75 casos registrados en Madrid este año, lo que supone un 62,6% de efectividad policial. El porcentaje roza la eficacia total en el caso de la Guardia Civil, que ha detenido a los supuestos autores de 12 de los 13 casos perpetrados en su demarcación (poblaciones de menos de 50.000 habitantes), lo que arroja un resultado del 92,3%. Además, tienen identificado al supuesto asesino de un inmigrante ecuatoriano, Milton Eduardo Pincay, de 23 años, ocurrido el 12 de julio en Galapagar.
Por el contrario, los agentes de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía han arrestado a los presuntos autores de 35 de las 62 muertes violentas registradas en su territorio. Esto supone una eficacia del 56,45%. A ello ha contribuido el que se entregara el denominado asesino del naipe, Alfredo Galán Sotillo, que permitió resolver de un plumazo seis homicidios, cuatro de ellos de la Jefatura. También ha rebajado la estadística policial la reciente detención de una ladrona de 37 años que robó a una veintena de mujeres que vivían solas. Mató por asfixia a dos de ellas (María Iribarren Gallues, de 97 de años, y a Luisa Trueba Chala, de 64), en los distritos de Salamanca y Usera.
- Cinco, a manos de la policía. La polémica sigue sin ser resuelta. En lo que va de año, los agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía han matado a cinco supuestos delincuentes durante persecuciones o en defensa propia, según la versión oficial. La tesis del Ministerio del Interior es que estas muertes no son homicidios en sentido estricto. Las autoridades judiciales, por su parte, han abierto diligencias en todos los casos.
La más llamativa se produjo en Pedrezuela, el 11 de marzo, en el kilómetro 47 de la autovía de Burgos (N-I), cuando los agentes del instituto armado mataron a tiros a dos atracadores de un club de alterne, el español José Manuel Díez Iglesias, de 40 años, y el colombiano César Augusto Orozco, de 29 años. Ambos salieron pegando tiros cuando los guardias civiles rodearon el club.
- Los viernes, los más peligrosos. Un estudio detallado de los días y horas en los que se producen más homicidios revela como más peligrosos los viernes y las madrugadas. De los 75 homicidios, 15 se han producido antes del fin de semana. Detrás, los miércoles, con 14, y los sábados, con 13, frente a los lunes, con 4. Por tramos horarios destaca la madrugada (0.00 a 8.00, con 26 de las 75 muertes violentas). Por edades, 36 víctimas tenían entre 19 y 35 años, frente a las 19 del tramo superior (de 36 a 50 años). Sólo una menor, de siete años, ha sido víctima de un asesinato. Se produjo el 24 de abril en Arroyomolinos, cuando Felipe Chacón, de 40 años, mató de un tiro en la cabeza a su única hija, Andrea. Después se suicidó.
- Muerte de mayores. Los mayores de 65 años han sufrido siete homicidios. El suceso más dramático se vivió cuando la doctora Noelia de Mingo, de 31 años, mató a puñaladas a tres personas (otra médica de 26 años, una paciente de 73 y al familiar de otra enferma de 76 años) en la clínica de la Concepción el 3 de abril. Sus compañeros la redujeron tras atacar a otras cinco personas.
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