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TEATRO

Imaginario jondo de La Cuadra

La compañía que dirige Salvador Távora pone en escena en Peralada 'Imágenes andaluzas para Carmina Burana', espectáculo inspirado en la cantata de Carl Orff.

Javier Vallejo

La historia del teatro es pequeño-burguesa y literaria: cuando estrenamos Quejío (1972), nuestro primer espectáculo, nos dijeron que lo que hacíamos no era teatro, puesto que prescindíamos de la palabra hablada", recuerda Salvador Távora, director de La Cuadra, compañía sevillana que desde sus orígenes hasta hoy viene cultivando un lenguaje en el que se entrecruzan el baile y el cante flamenco, la cultura popular andaluza y una imaginería extraída del planeta taurino y del duro universo cotidiano de los trabajadores manuales (aperos de labranza, materiales de construcción, maquinaria pesada). Távora elabora su teatro a partir de lo que conoce, de lo que ha hecho antes por necesidad o por devoción: soldar, torear, cantar. En espectáculos como Los palos, Herramientas y Piel de toro trasladó al escenario el aliento quebrado del bailaor de tablao, el rítmico golpeteo de la piedra, amortiguado por el mortero, contra las paredes de la hormigonera; la luz cegadora del sol reflejada en el albero. Luego, puso su mirada en los clásicos y dio a luz Nanas de espinas (a partir de Bodas de sangre) y Las bacantes, y le dio la vuelta a la leyenda de Carmen: hizo de la cigarrera seductora una alegoría del proletariado femenino y, entre marchas procesionales de la Banda de Trompetas y Tambores del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, la llevó en volandas hacia su final trágico. Ahora, Távora está a punto de estrenar Imágenes andaluzas para Carmina Burana, montaje, como Carmen, inspirado en una obra de la música culta que ha tomado asiento en el imaginario popular.

"Carmina Burana es un atrevimiento de la imaginación, un proyecto acariciado durante muchos años, y no abordado hasta que me he sentido con margen suficiente de credibilidad estética para hacerlo", explica Távora, emocionado después de un ensayo en La Rinconada, población próxima a Sevilla. "Como indica el título, mi espectáculo es una pintura sonora en movimiento: no intento contar ninguna historia, sino armonizar la música de Carl Orff con imágenes que los andaluces tenemos muy sublimadas y que, por eso mismo, son absolutamente universales. Hay muchas afinidades entre cómo entendemos hoy en Andalucía la vida y la muerte y cómo las entendían los goliardos en el medioevo".

Junto a Lalo Tejada y Marco Vargas -la cigarrera y el Don José de Carmen-, en Imágenes andaluzas para Carmina Burana intervienen sopranos, bailarinas, bailaores (entre ellos, Juan Romero, cofundador de La Cuadra), una cantaora, guitarristas, y los jinetes Jaime de la Puerta y José Antonio Olea. "Cada escena es un ritual sin apenas conexión con la precedente ni con la siguiente, el orden que siguen no se corresponde con el que Orff dispuso en su obra, y algunas las rematamos con cantes flamencos. Pero no hay fusión, los bailaores bailan el taranto y la siguiriya, no la música del compositor alemán". Távora anticipa alguna de las imágenes que ha creado: "Hay una crucifixión femenina durante el Dulcissime, banderas que recuerdan las manifestaciones del Sindicato Obrero del Campo, dos cremalleras mecánicas que alargan su cuello sobre el patio de butacas con obreros abrazados en torno suyo, y, durante el Tanz, una escena primaveral entre mujeres y caballos que intentan seducirlas. Los dos jinetes se la juegan llevando a tierra sus monturas o poniéndolas al trote en un espacio de diez por diez metros: su labor está más cerca de la de los arriesgados garrochistas a los que cantó Fernando Villalón, el ganadero poeta, que de los espectáculos de monta convencionales".

Desde Quejío, que tras su estreno en febrero de 1972 en el Pequeño Teatro de Magallanes 1, de Madrid, saltó de inmediato al Festival del Teatro de las Naciones, de París, la mayoría de los espectáculos de La Cuadra han tenido gran repercusión internacional. Probablemente en 2003 ninguna compañía teatral española tendrá tantas actuaciones fuera de nuestras fronteras: "Entre finales de marzo y principios de junio hemos hecho 65 funciones de Carmen en el Reino Unido, en teatros magníficos de poblaciones medias y pequeñas -en Londres ya habíamos estado-, durante una gira sin precedentes en la historia del teatro español, y 13 más en Suiza. Allí celebramos la representación número 600 de esta Ópera andaluza de cornetas y tambores".

Un ensayo de 'Imágenes andaluzas para Carmina Burana'.
Un ensayo de 'Imágenes andaluzas para Carmina Burana'.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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