Me duele Andalucía

¿Qué estamos haciendo desde Andalucía para ser, aún más, el motivo de escarnio del resto del país? ¿Qué valores estamos difundiendo a nuestros descendientes?Hay algo que no me cuadra: pese a los denodados esfuerzos de salir del tópico de la clase media emergente, no terminamos de asimilar que somos Europa, y que no la África que un buen amigo castellano dice de nosotros.

Sólo mencionar Marbella, Ambiciones, la Pantoja y su primo Chiquetete, María Jiménez y su hermano, la bruja Lola, el loco Quintero... Programas de una supuesta astrologa, así como canales locales de pornografía. No lo entiendo, pero algo se estará haciendo mal. Somos la primera productora de personajes de telebasura del reino. ¿Cómo no nos vamos a librar de los tópicos?

Lo que me faltaba por ver es un programa del corazón, con una anomalía de la democracia que es Gil (por cierto, que no es de aquí pero como si lo fuera), discutiendo con el alcalde de Marbella, que él puso y ahora no le gusta.

Estamos en la era de la información y cualquier gesto puede ser interpretado tal cual nos lo presentan: las manifestaciones religiosas llenan, en pleno agosto, hasta un estadio olímpico; en el Rocío, la cifra de referencia se acerca al millón de personas; la Junta no sabe parar el movimiento de la juventud en pro del alcohol...

Por estas cosas, me duele Andalucía; las otras cosas más importantes, como el empleo, la carencia de empresarios, la falta de industrias básicas, la miseria, es cosa de los políticos, y por los signos que señalo, me temo, que lo será, en un futuro cercano, de sus hijos.

Si el cante perdió a Camarón, andaluz por los cuatro costaos, hoy propongo tornar cacerolas, por el ay, ay, ay, de un pueblo que se merece otros paradigmas, que lo saquen del profundo pozo del tópico.