El consumo de las familias tira de la economía, que crece un 2,2% hasta junio

La fuerza de la demanda interna ha permitido que la economía española creciera un 2,2% en el segundo trimestre, una décima más que los dos anteriores, según el último informe trimestral del Banco de España. La entidad destaca el crecimiento del consumo familiar, compatible con un mayor nivel de ahorro. No obstante, este organismo vuelve a alertar del elevado endeudamiento de las familias, fundamentalmente por la vivienda, que las convierte en más vulnerables ante los vaivenes económicos. En el mercado laboral, advierte de la elevada temporalidad, que casi triplica a la europea.

La economía española logró en el segundo trimestre mejorar una décima el dato registrado en el periodo anterior, algo que no ocurría desde el tercer trimestre de 2001. Desde entonces, cada dato de evolución repecto al mismo periodo del año anterior suponía una rebaja del crecimiento. No obstante, será el Ministerio de Economía el que a principios de septiembre haga público el dato oficial y despeje las dudas sobre lo que parece una "suave aceleración" de estos indicadores, en palabras del Banco de España.

La estimación del Banco de España (avance del 2,2% en relación con el segundo trimestre de 2002 y del 0,6% comparado con el primer trimestre del año) se conoce tan sólo tres días después de que el Gobierno revisara del 3% al 2,3% su previsión de crecimiento para este año. El análisis de la entidad que preside Jaime Caruana coincide con los pronósticos del Ministerio de Economía al confiar en una segunda mitad del año más expansiva que la primera.

La demanda interna ha sido el principal motor de esa mejoría. El consumo de los hogares, que en el primer trimestre aumentó un 2,1%, continuó creciendo en el segundo, gracias en parte a que las familias dispusieron de mayor renta. La moderación en la tasa de inflación, que se sitúa ya en el 2,7%; las cláusulas de revisión salarial -permiten recuperar el poder adquisitivo cuando la inflación sube más de lo previsto- y la rebaja del IRPF a principios de año aumentaron el caudal del que disponían las familias. En el tirón de la demanda también pesó el consumo de las administraciones públicas.

Esa riqueza de los hogares se destinó en mayor medida que otras veces al ahorro, una de las principales preocupaciones del Banco de España en sus informes trimestrales. "Si se mantienen estas tendencias, la tasa de ahorro en el promedio del año se recuperaría", señala la entidad. No obstante, reconoce que el ahorro, especialmente el volumen neto restante tras abonar las deudas, es "prácticamente nulo", equivalente al 1,7% de la renta de las familias. Y su nivel de endeudamiento siguió creciendo, hasta el 84% de la renta, lo que hizo "aumentar su vulnerabilidad a perturbaciones adversas", reconoce la entidad, que ve en el elevado endeudamiento de empresas y familias un "riesgo relevante" para la economía.

Vivienda sobrevalorada

La primera causa de este encorsetamiento de la renta familiar es la vivienda. El Banco de España subraya que este sector evidencia una "cierta sobrevaloración" similar a la registrada a principios de los noventa. Y advierte de que la marcha atrás será más traumática a medida que se demore la vuelta a la normalidad: "Cuanto más se retrase la desaceleración esperada del valor de los activos inmobiliarios mayor será la probabilidad de que se produzca un ajuste más brusco".

La entidad dedica un capítulo especial al mercado de trabajo, en el que analiza las condiciones de España y la Unión Europea para alcanzar los objetivos de pleno empleo y aumento de la actividad previstos para 2010. Además de la elevada tasa de paro española (11,1% frente al 7,7% en la UE), uno de los escollos del mercado laboral español radica en la temporalidad. El volumen de trabajadores eventuales en España casi triplica la media comunitaria (31,2% frente al 11,1%). En este capítulo, junto con el empleo a tiempo parcial, "no se ha apreciado un acercamiento significativo al patrón comunitario", puntualiza la entidad.