En Barcelona piden más ...
Ayer por la tarde, los vecinos del barcelonés barrio de Maresme, en el distrito de Sant Martí, le pidieron a Jordi Pujol más. Más luces. Más árboles. Más vigilancia. El presidente acudió al barrio a inaugurar la nueva estación de la línea 4 del metro, llamada Maresme-Fòrum y situada entre las de Selva de Mar y Besòs Mar, y lo que se encontró fue a unos vecinos enfadados por la falta de alumbrado público, zonas verdes y seguridad. Además, la mayoría se quejaba de que, si no fuera por el Fòrum, allí no se habría construido una nueva estación.
El Gobierno de la Generalitat explica que la flamante estación se ha construido para mejorar la movilidad de los vecinos y dar servicio al nuevo barrio de Diagonal Mar y al Fòrum de les Cultures. Sin embargo, los vecinos parecían creer que la segunda razón ha pesado mucho más que la primera. Críticas aparte, al final todos alabaron la obra.En su discurso, Pujol, acompañado por el consejero de Política Territorial, Felip Puig; el alcalde en funciones de Barcelona, Xavier Casas, y el director general del Fòrum 2004, Jordi Oliveras, prometió a los vecinos más enojados que el barrio tendrá más luces públicas dentro de poco. En cuanto a los árboles y las zonas verdes, Pujol coincidió con Casas en afirmar que en agosto no es tiempo para plantar nada y que en eso tendrán que esperar.
El presidente de la Generalitat salió al paso de las críticas de los vecinos y destacó lo positivo de la obra. "El Fòrum es muy importante, pero sólo durará unos cuantos meses y al final sois vosotros los que estaréis aquí toda la vida", dijo Pujol. Oliveras dijo que esta obra supone la primera infraestructura de cercanía del Fòrum y reconoció que, si no hubiera sido por este evento, la nueva estación no se habría construido tan rápido.
La crítica que más abundaba, empero, entre los vecinos era la de falta de vigilancia. "Hoy sí que están aquí [los cuerpos de seguridad], pero tendrían que estar mañana y pasado mañana", se quejaba uno de ellos cuando vio todo el dispositivo de seguridad desplegado para la inauguración. Según él, el hecho de que el barrio de La Mina esté a un paso hace que en el Maresme se respire intranquilidad. Pujol dijo al respecto que desde que en La Mina hay una comisaría de los Mossos de Esquadra la cosa ha mejorado mucho y que lo mismo pasará en los próximos años en el Maresme cuando los Mossos se vayan desplegando por el territorio.
Tres meses de retraso
De haberse cumplido los plazos, la nueva estación Maresme-Fòrum, que ha costado 12 millones de euros, se habría inaugurado a principios de mayo, pero una serie de dificultades hicieron retrasar la obra. Jordi Jubany, jefe de proyectos de la Generalitat, explicó ayer que los culpables del retraso han sido el alto nivel freático del suelo, las lluvias del mes de agosto del año pasado y el desvío de una tubería de gas a presión, que sólo un equipo de Bélgica pudo arreglar. Las obras, que han durado aproximadamente un año y medio, tampoco se libraron de las quejas de los vecinos. Los trabajos se han realizado muy cerca de establecimientos y viviendas debido a su proximidad con la estación, y por ello muchos vecinos se quejaron de que sus negocios se vieron afectados por las obras.
En la flamante estación también hay espacio para el arte. En sus vestíbulos ha quedado instalada una exposición fotográfica del artista Enric Maurí titulada Buen viaje. Se trata de un holograma con 66 retratos de personas de distinto origen y también hay un gran espejo para que los usuarios del metro se miren en él. Los organizadores explican que la obra de Maurí hace referencia a la multiculturalidad, al diálogo y al mestizaje, un claro guiño al Fòrum de les Cultures, que se celebrará en 2004 a pocos metros de la nueva estación. En los últimos proyectos de prolongación de líneas de metro y en la construcción de nuevas estaciones, la Generalitat ha incorporado un concurso para los proyectos artísticos, que quedan instalados en los vestíbulos de las estaciones.
La línea 4 del metro ya vivió una reforma el año pasado, cuando se cortó y se marcó el final en La Pau, y está previsto que se prolongue hasta la Sagrera, por donde transcurrirá la línea 9. A pocos metros de Maresme-Fòrum también se podrá coger el nuevo tranvía del Besòs.
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