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El PSOE presiona a sus ediles para que vuelvan a la disciplina del partido

El secretario de política municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, informó ayer, tras conocer que dos concejales socialistas retiraban su apoyo a la moción de censura contra el alcalde de Marbella, que está haciendo gestiones "para que alguno más retorne a la disciplina del partido", lo que impediría que prospere la moción.

En declaraciones a Efe, Cuesta dijo que "algunas personas más podrían retornar", lo que no se espera de la ex portavoz socialista, Isabel García Marcos, cuya conducta calificó de "injustificada" y a la que pidió que "devuelva el escaño". Sobre la ex portavoz socialista agregó: "Ha sido muy triste verla comiendo en la mano de Jesús Gil, pactando y entregada al director de la Agencia de Urbanismo de Marbella".

Cuesta explicó que los concejales Diego Lara y Silvestre Puertas se habían puesto en contacto con los responsables del PSOE en Málaga y con él mismo, y dijo que Puertas le había comunicado que se sentía "avergonzado, coaccionado y engañado por la portavoz García Marcos y que pedía retornar a la disciplina de la organización".

El secretario de política municipal del PSOE también dijo que el partido tiene "sospechas" de que el comportamiento de los ediles "no está basado en razones políticas". "Lo atribuimos a una deslealtad y a una indecencia política; es una actitud escandalosa, insuficientemente justificada y sin el más mínimo apoyo político". Cuesta consideró que es el momento de proceder a una investigación de oficio por parte de la Fiscalía Anticorrupción. "El PSOE", añadió Cuesta, "no pinta nada en medio de una reyerta entre dos clanes del GIL".

Acuerdos antitransfuguismo

Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, explicó que se expulsó a los ediles "en coherencia con los acuerdos antitransfuguismo". En una entrevista en la cadena Cope, Blanco dijo que la voluntad popular decidió cuál era el mejor gobierno para Marbella y "no lo tiene que decir Isabel García Marcos". Blanco reconoció que tras las crisis de Madrid y Marbella queda lesionada la credibilidad de los partidos y la democracia, pero subrayó que, en el caso de Madrid, "no sólo el PSOE está involucrado, sino también el PP", ya que "dos empresarios vinculados a la especulación inmobiliaria y militantes del PP escondieron y albergaron las noches del 10 y 11 de junio a los tránsfugas Tamayo y Sáez".

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Por su parte, la secretaria de organización del PP, Ana Mato, difundió ayer un comunicado en el que afirmó que el Partido Socialista "no tiene ninguna credibilidad, no es un partido de fiar, no en un partido nacional y ni siquiera es una suma de partidos independientes, pues cada uno de sus dirigentes hace y propone lo que quiere". Mato cuestionó una vez más la "capacidad de liderazgo" de José Luis Rodríguez Zapatero y reiteró que el PSOE "no puede considerarse una alternativa de gobierno".

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