Servicios Sociales investiga la agresión sufrida por un paciente en un centro de disminuidos psíquicos
La familia de A. B. G., un paciente de 25 años que sufre parálisis cerebral y que está ingresado en la residencia San Martín, en Sevilla la Nueva, denunció ayer que el joven fue agredido a mordiscos, arañazos y golpes por otra enferma en la madrugada del 20 de enero sin que ninguno de los trabajadores del centro se diera cuenta de lo ocurrido. El Gobierno regional ha abierto una investigación para aclarar lo ocurrido.
A. G. B. recibió al menos siete mordiscos en cara y espalda y varios golpes y arañazos en riñones y piernas. El enfermo fue trasladado por la familia al hospital de Alcorcón, donde recibió al menos un punto de sutura en una oreja. En la otra, un mordisco le causó "pérdida de materia orgánica", según denunció Antonio Navarro, el abogado que la Asociación Defensor del Paciente (Adepa) ha puesto a disposición de la familia.
El parte de lesiones emitido por el hospital ha sido remitido al Juzgado de Instrucción de Navalcarnero, que lleva el caso.
La residencia San Martín es un centro privado propiedad de la asociación ANDE que tiene concertado con la Consejería de Servicios Sociales la atención de 45 enfermos. Todos ellos son discapacitados intelectuales cuya edad mental no supera los tres años. Algunos enfermos, además, sufren graves deficiencias motoras y de movilidad.
Navarro criticó que "la cantidad de mordiscos revela que la agresión se prolongó mucho tiempo". En este sentido, el abogado criticó que "el centro sólo tenga a dos trabajadores por las noches", y calificó el caso de "imprudencia de los cuidadores".
La presidenta de Adepa, Carmen Flores, criticó la falta de recursos humanos de la residencia y considera el caso "una dejación de funciones por parte de la Comunidad de Madrid". "Es un centro concertado y la Comunidad es responsable de lo que suceda en él", añadió Flores. Adepa anunció que presentará una reclamación por vía administrativa contra el Gobierno regional.
Cuidados
Francisco Ortega, coordinador de centros de ANDE (entidad que gestiona tres residencias y dos centros ocupacionales en la región), aseguró ayer que los dos cuidadores nocturnos "son los necesarios". Además, añadió Ortega, "la directora de la residencia duerme allí, por lo que puede actuar si es necesario". Ortega calificó el incidente como "lamentable e imprevisible". "El paciente no gritó al ser agredido, por lo que los dos cuidadores no se dieron cuenta de lo ocurrido". ANDE sostiene que cumple "todos los requisitos legales exigidos por el Gobierno regional".
La residencia fue visitada ayer por los inspectores de la Consejería de Servicios Sociales. Fuentes del Gobierno regional explicaron ayer que, según las primeras conclusiones, el centro cumple todos los requisitos establecidos en el contrato entre ANDE y Servicios Sociales en lo que se refiere a personal, atención a los pacientes y recursos técnicos.
La residencia, sin embargo, no informó a Servicios Sociales de lo ocurrido, algo a lo que está obligada, según estas mismas fuentes.
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