Turquía recorta el poder de los militares para aproximarse a la UE

Al menos sobre el papel, Turquía acaba de romper con dos de sus más viejos tabúes para poder abrirse paso hacia su incorporación a la Unión Europea. Gracias a la iniciativa política de un Gobierno islamista moderado, el Parlamento de Ankara ha aprobado una reforma que recorta el poder de los militares -guardianes del Estado laico y unitario fundado hace 80 años por Atatürk- y una ley de amnistía parcial para 2.500 guerrilleros separatistas kurdos.

La última serie de reformas legislativas exigidas por Bruselas antes de abrir paso a las negociaciones de adhesión con Ankara (no antes de diciembre de 2004) ha sido la más polémica. La cúpula de las Fuerzas Armadas, a la que la Constitución surgida tras el golpe de Estado militar de 1980 reserva un papel político central, ha aceptado limitar su principal prerrogativa. En teoría, poder "dictar recomendaciones prioritarias al Gobierno". En la práctica, un estricto derecho de veto sobre la acción del Ejecutivo.

El primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, confía en haber completado el proceso de reformas el año que viene para poder iniciar las negociaciones con la UE ya en 2005. "A la vista del trabajo que estamos haciendo, creo que una fecha realista para la incorporación [de Turquía a la Unión] sería en torno a 2011 o 2012", ha declarado Erdogan. El silencio del Ejército se interpreta hasta ahora en Ankara como un respaldo al proyecto del líder islamista.

La Comisión Europea ya advirtió hace tiempo de que, en su actual configuración, el Consejo de Seguridad Nacional, el órgano en el que los generales han venido marcando el paso a los Gobiernos civiles, era inaceptable. A partir de ahora, el Consejo sólo se reunirá una vez cada dos meses y con carácter consultivo. Su secretario general, además, dejará de ser necesariamente un militar nombrado por los jefes del Estado Mayor, y podrá ser un civil -designado esta vez por el jefe del Gobierno y ratificado por el presidente de la República- con responsabilidades meramente administrativas. El secretario general del Consejo de Seguridad Nacional actuaba como garante de la ortodoxia del gabinete en la aplicación de las directrices de los generales.

El ministro de Justicia turco, Cemil Ciçek, aseguró que con esta reforma "Turquía ha dado un paso importante en el camino hacia la integración en la UE". "Estas nuevas leyes dotarán de mucha más democracia a nuestro país", agregó Ciçek, al referirse al resto de las reformas aprobadas ayer por el Parlamento turco. Entre otras medidas, la nueva legislación permitirá la enseñanza de la lengua kurda (aunque sólo en academias privadas) y mejorará sensiblemente los derechos de expresión, asociación y manifestación, así como la investigación de los casos de tortura cometidos por las fuerzas de seguridad. A partir de ahora, los tribunales militares ya no podrán juzgar a civiles en Turquía.

Desde hace un año, el Parlamento turco ha venido aprobando importantes reformas legislativas que no parecen haberse aplicado en la práctica. Por ejemplo, las escasas tentativas de ofrecer cursos de kurdo en centros privados de Estambul se han estrellado contra la burocracia del Ministerio de Educación, que ha llegado a exigir que se dedicara un edificio exclusivo para impartir las clases en esa lengua.

Otra ley cuya aplicación práctica servirá para verificar la magnitud de los cambios en Turquía acaba de ser aprobada por el Parlamento. El Gobierno de Ankara ofrece una amnistía parcial a 2.500 rebeldes separatistas kurdos que operan en el norte de Irak. Los guerrilleros que se entreguen con sus armas a las autoridades turcas y "no hayan participado en acciones terroristas contra el Estado" podrán regresar a sus hogares. La medida de gracia excluye en cualquier caso a los líderes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), incluido su líder histórico, Abdalá Ocalan, encarcelado a perpetuidad.

Las tropas de EE UU destacadas en Irak creen que hay unos 5.000 guerrilleros del PKK en la frontera con Turquía, donde el Ejército turco puede haber desplegado más de 20.000 soldados.