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Detenidos en Francia tres presuntos etarras con 450 kilos de material para hacer explosivos

Acebes considera que el grupo era parte del "núcleo operativo logístico" de la banda

La policía francesa detuvo ayer en la localidad de Cahors a tres hombres bajo la acusación de pertenecer a ETA y se incautó de casi 450 kilos de clorato sódico, sustancia con la que se fabrican muy fácilmente explosivos. Cahors (poco más de 21.000 habitantes) se encuentra en el departamento de Lot, sobre la zona central de los Pirineos, a 250 kilómetros de Bayona. Los detenidos son los españoles José Cándido Sagarzazu Gómez y José Miguel Illarramendi Zabaleta y el francés Claude Recart. El ministro del Interior, Ángel Acebes, aseguró que constituían parte del "núcleo operativo logístico" de ETA en Francia.

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La operación policial se produjo a las seis de la mañana. Agentes de la DNAT (Dirección Nacional Antiterrorista) llegados de París y de la policía judicial de Toulouse forzaron la entrada de una casa del sur de Cahors. Ninguno de los tres detenidos, que ocupaban la vivienda en alquiler desde el comienzo de junio y disponían de armas, tuvo tiempo de reaccionar o de oponer resistencia.

Además de la materia prima para fabricar explosivos, se incautaron una pistola, un revólver del calibre 38, un subfusil, dos escopetas, dos cartas bomba listas a falta de la carga explosiva, material electrónico diverso, un coche con un juego de matrículas trucadas, una troqueladora y placas de matrícula vírgenes, y abundante documentación falsificada, española y francesa. La policía busca otras dos pistolas, porque en la casa se hallaron tres fundas.

El clorato sódico se transforma mediante adición de azúcar y azufre en cloratita, un explosivo utilizado frecuentemente en los últimos años por la organización terrorista, que suele añadir pequeñas cantidades de dinamita como reforzador. Al comando desarticulado el pasado día 15 en Navarra se le incautaron 125 kilos de cloratita. Con la cantidad incautada ayer, exactamente 448 kilos, la policía estima que se podían haber preparado una veintena de coches bomba.

Los tres detenidos, según la policía, formaban parte del aparato logístico de ETA, que se encargaba de proporcionar armas, explosivos, documentación, vehículos y placas de matrícula falsas a los comandos.

La operación policial es el resultado de una investigación desarrollada de forma conjunta por los servicios de información de la policía francesa y por la Guardia Civil, bajo la dirección de la juez de París Laurence Le Vert. Con los tres de ayer, la policía francesa ha detenido en los siete primeros meses del año a 28 presuntos miembros de la ETA.

Ex concejal de EH

Cándido Sagarzazu Gómez, de 28 años, ex concejal de Euskal Herritarrok en Itsasondo (Guipúzcoa), fue condenado en España a cinco años de prisión por colaboración con el comando Donosti. En 1999 fue detenido en Itsasondo, en una operación contra el citado grupo. La policía le vincula con más de 40 acciones de violencia callejera entre febrero de 1995 y octubre de 1996.

José Miguel Illarramendi Zabaleta, de 36 años, vecino de Oñati (Guipúzcoa), huyó de su domicilio a principios de los años noventa. Tras residir varios años en distintos países de América, el último México, regresó a Francia en el año 1999. Claude Recart, de 33 años, es natural de Bayona.

La casa tiene una planta de garaje y un piso superior en el que se encuentra la vivienda, y está situada en un barrio del sur de Cahors con poca densidad de población. Había sido alquilada por los tres detenidos el pasado mes de junio.

La presencia de Recart sorprendió a los agentes, ya que carecía de antecedentes y no se le conocía ninguna vinculación con la organización terrorista. Según las conclusiones iniciales de los investigadores, desde hacía años había abandonado su domicilio y se había integrado en ETA como miembro del aparato logístico y se ocupaba del alquiler de casas utilizando documentación falsa.

Un equipo de agentes de la policía científica desplazado desde un departamento vecino se encargó de realizar la inspección de la casa, que puede prolongarse durante algunos días. Además de las tres pistolas, se encontraron dos o tres subfusiles, según fuentes oficiosas.

El ministro del Interior, Ángel Acebes, declaró ayer que los detenidos tenían como misión aprovisionar a los comandos, proporcionándoles explosivos, vehículos y el resto de material necesario para perpetrar atentados.

Acebes destacó que uno de los detenidos en Cahors, José Cándido Sagarzazu, había sido arrestado en anteriores ocasiones por hechos de violencia callejera, mientras que Juan Miguel Illarramendi era "un veterano miembro de ETA" que había huido a principios de los años noventa a América.

Además de las armas y de los explosivos, las fuerzas de seguridad se incautaron de abundante documentación, en papel y soporte informático, que está siendo analizada y que puede aportar, según el ministro, información útil para continuar la lucha contra ETA.

Acebes explicó que se trata de "uno de los núcleos más significativos" dentro del aparato logístico de la organización terrorista, aunque indicó que esto no quiere decir que sea el único grupo dedicado a esas labores.

Según Interior, el perfil de los arrestados confirma la doble tendencia en el reclutamiento de ETA. Por un lado, atrae a jóvenes procedentes de la violencia callejera, como es el caso de Sagarzazu, y por otro, veteranos refugiados en Suramérica que regresan a Francia, como Illarramendi.

Para el ministro del Interior, acciones como la de ayer reducen la capacidad de la organización terrorista, pero hay que temer que ETA intente cometer más atentados, a pesar de que su estructura es "cada vez más reducida" gracias a la eficacia policial y a la colaboración internacional.

El ministro Acebes concluyó que la banda está poniendo en marcha "todo lo que tiene" en España para atentar "cuando puede". Pero "nosotros nos mantenemos en la misma firmeza y dirección de los últimos tiempos", dijo el ministro, "para perseguir de manera permanente a ETA y seguir golpeando su estructura".

La detención José Miguel Illarramendi eleva a 10 el número de terroristas huidos a países de Suramérica que han sido arrestados después de reincoporarse a ETA desde el final de la tregua de 1999. La mayoría son encuadrados en el aparato logístico, con el fin de combinar su experiencia con la bisoñez de las nuevas incorporaciones procedentes de la violencia callejera.

Rufino Arriaga Arruabarrena, a su llegada ayer al aeropuerto de Barajas.
Rufino Arriaga Arruabarrena, a su llegada ayer al aeropuerto de Barajas.EFE

Extraditado de Francia

El miembro de ETA Rufino Arriaga Arruabarrena, presuntamente perteneciente al comando Madrid, fue extraditado ayer por Francia para que pueda ser juzgado en España por tenencia de armas y explosivos. Arriaga alquiló presuntamente el piso que los terroristas ocupaban en la calle del Doctor Fleming, en Madrid, descubierto por la policía en 1996, y firmó el contrato con un nombre falso. También se hallaron sus huellas dactilares en la vivienda.

Se trata de la séptima entrega de personas vinculadas a ETA realizada por Francia en lo que va de año, informa Vasco Press.

La extradición también había sido solicitada por presunta participación en el asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente, pero las autoridades de París sólo han autorizado que se le juzgue por la primera causa.

Arriaga fue ingresado en la prisión madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.

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