Avería telefónica
Todo empezó el aciago día en que el alegre conductor de una excavadora abrió una zanja y se llevó por delante casi todas las líneas telefónicas de la calle. Desde aquel triste día, hace ya 20, no pasa ninguno sin que llamemos a los teléfonos 1004 y 1002. Hace ya semanas vino un operario que luego repitió la visita y nosotros (mi familia y yo), miramos cómo se enzarzaba en una agria discusión con los de Aguas Potables de L'Horta. Ese operario no pudo hacer nada y pasó el aviso.
Casualmente un día pasó una furgoneta de una filial de Telefónica, y nos dijo que entre los números averiados no figuraba el nuestro. Y lo apuntó. Muy amable. Pero nadie viene. Nadie lo arregla.
Y más llamar a Telefónica (desde un móvil, claro), y la misma voz (todas parecen iguales), que no se preocupe, podrá recuperar el dinero de mantenimiento, pero, aún si fuera verdad, ¿quién nos devuelve las llamadas perdidas?, ¿el tiempo de aislamiento? Y ya que tienen tantas voces, ¿por qué no emplear una que avise a nuestros infelices comunicantes que el teléfono se encuentra averiado?