Los beneficios del Grupo BBVA se estancan en el primer semestre del año
La entidad, que ganó 1.167 millones, sufre la depreciación de las divisas latinoamericanas
El BBVA todavía sigue lastrado por la depreciación de las divisas latinoamericanas y el dólar. Hasta junio pasado tuvo un beneficio de 1.167 millones de euros, sólo el 0,1% más que en el primer semestre de 2002. Durante el citado periodo, todos los márgenes de su cuenta de resultados cayeron. Sin las caídas de las monedas, el resultado neto del BBVA habría crecido un 9,6%. José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, cree que los resultados son "un cambio de rumbo", aunque todavía la entidad sigue creciendo por debajo de sus competidores en España y su valoración en Bolsa está lejos de la de su competidor, el SCH.
El BBVA ha incrementado su resultado neto un 0,1% hasta junio de 2003, cuando los analistas coincidieron en que bajaría entre un 2% y un 3%. La entidad presidida por Francisco González ha evitado la tasa negativa, después de que en el primer trimestre del año los resultados del banco cayeran un 12,4%. Esta mejora permitió a José Ignacio Goirigolzarri afirmar que se han "reforzado" las expectativas para fin de año, que incluyen un beneficio neto de 2.150 millones de euros, es decir, un 25% más. Precisamente, este porcentaje es similar al que cayó en 2002 por unas provisiones extraordinarias.
La caída del resultados y del dividendo del año pasado, que descendió un 10%, ha ayudado a que la cotización en el año haya subido un 4,4% frente al 16% del Ibex 35. Goirigolzarri restó importancia a esta situación y se mostró confiado en que "el mercado sabrá valorar los resultados en el futuro". Ayer, el BBVA subió un 3,1%.
El consejero delegado calificó las cuentas de "muy satisfactorias" porque se han logrado con resultados recurrentes, sin "elementos extraordinarios". El banco ha asumido ya un 66% de la devaluación de las divisas, por lo que sólo tendrá que asimilar unos cuarenta millones de euros en lo que resta de ejercicio.
Por áreas de negocio, la que peor comportamiento ha tenido es la de América, que obtuvo 344 millones, un 9,9% menos. La banca minorista de España y Portugal aportó 604 millones al beneficio neto atribuido del grupo, lo que implica un aumento de sólo el 0,1%. Esta falta de empuje, en el que nada tienen que ver las divisas latinoamericanas, se vio compensada por el beneficio correspondiente a banca mayorista y de inversiones, que creció un 25,7%, hasta 218 millones.
Los resultados del banco se vieron beneficiados por la mejoría de los costes, después de que la entidad contara con 9.000 empleados menos, y los mayores ingresos del negocio recurrente. La ratio de eficiencia -mide la relación entre los gastos y los ingresos- mejoró ligeremente gracias a la implementación de programas concretos de reducción de costes y al incremento del 16% en las comisiones. Además, Bancomer, la filial de México, también mejora sus resultados si no se tiene en cuenta la caída del peso.
Goirigolzarri hizo gala de dirigir un banco "con estrategia propia y marcada, que irá dando sus frutos en los próximos trimestres". A su juicio, una de las claves de los resultados es la "recuperacion" de la banca minorista en España y Portugal, con aumentos del 12,1% en los créditos y del 7% en los recursos de clientes. Estas cifras son inferiores a las de las cajas de ahorro. El consejero delegado del BBVA quitó importancia a la posible pérdida de cuota en algunos capítulos "porque éste no es un banco monoproducto" que tenga por último objetivo ganar mercado en todo, "sino satisfacer las necesidades del cliente" y "ganar cuota en el conjunto de recursos".
Respecto al Banco Atlántico, en el que el BBVA controla el 25%, Goirigolzarri manifestó su disposición a vender el paquete "si se llega a un acuerdo entre todas las partes".
Sin relevo para Caínzos
La presentación de resultados estuvo marcada por la dimisión de Jesús María Caínzos de la vicepresidencia del banco (seguirá como consejero), que ahora se queda huérfano de este cargo. Y, de momento, el consejo de administración "no tiene previsto hacer ningún nombramiento, que yo sepa", según el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. El número dos de BBVA explicó que el consejo "no ha tratado ese tema".
Respecto a la posibilidad de que él fuera el sustituto, Goirigolzarri sólo declaró que estaba "encantado" de ser consejero delegado. Después negó la existencia de discrepancias en la cúpula que ha forzado la renuncia de Caínzos, de la que el Banco de España tuvo noticia el mismo viernes en que se producía. "Con independencia de los rumores, en esta casa tenemos muy buenas relaciones. Yo me llevo muy bien con el presidente. El equipo ejecutivo está relajado y tranquilo".
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