"Pujol es presidente gracias al PP catalán"
El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, multiplica su presencia en Cataluña. Pero no en calidad de miembro del Gobierno central, sino como candidato in péctore a la presidencia de la Generalitat, puesto para el que será designado el próximo 7 de septiembre.
Pregunta. ¿Una semana movida, con tanta retirada y devolución de bandera española en Manresa?
Respuesta. Ha habido voces que han intentado minimizar la importancia de este hecho, y una de las que más me han sorprendido es la del señor Maragall. La primera responsabilidad de los políticos es ser muy conscientes de que la legalidad debe cumplirse. No me sorprende que Esquerra presente mociones destinadas a quitar la bandera española. Lo que realmente es sorprendente es que CiU, que es la fuerza política del Gobierno de la Generalitat, se sume a la iniciativa, por razones que creo que son estrictamente electorales y por tanto de una manera frívola e irresponsable.
"En los últimos años a la sociedad catalana le ha sobrado política y le faltado 'trempera"
"Veo oportunismo en la actual CiU y eso dificultará futuros acuerdos"
P. Pues Convergència lleva desde 1996 pactando con ustedes y ustedes quieren pactar con CiU después de las próximas elecciones autonómicas..
R. Esta CiU no es la que hemos conocido en los últimos 24 años. No es la CiU presidida por el señor Jordi Pujol, maestro en ambigüedades pero al mismo tiempo siempre muy consciente de los equilibrios que se construyeron en la transición. Ahora veo una CiU bajo la dirección estratégica del señor Mas y del señor Duran mucho más pendiente de los cálculos electorales, sin la convicción profunda que siempre ha tenido Jordi Pujol respecto a la estabilidad del conjunto del país. Veo mucho oportunismo en las actitudes de la actual CiU y me temo que esto dificultará posibles acuerdos.
P. El PP de Cataluña ha sido un apoyo muy firme de CiU a lo largo de la legislatura que ahora termina. Sin embargo, la relación de la federación nacionalista con ustedes es más de odio que de amor.
R. Le recuerdo con frecuencia al presidente Pujol que si es presidente de la Generalitat es gracias al PP de Cataluña. Tal vez también se le deba recordar al señor Mas que si hoy es conseller en cap es también gracias al PP de Cataluña. A ellos eso no les gusta e intentan esconder esta realidad a los ciudadanos. Pero yo soy de los que piensan que los ciudadanos saben muy bien lo que ha sucedido y creo que se merecen mensajes claros por parte de todos. Y el mío lo es: si el PP en la próxima legislatura debe contribuir a la gobernabilidad porque así lo deciden los ciudadanos, lo hará desde el Gobierno o estará en la oposición.
P. La reforma del Estatut es uno de los ejes que marcan la centralidad política catalana. Y ustedes están fuera de ese consenso mayoritario...
R. Yo creo que la centralidad política se consigue cuando los mensajes políticos se acercan a la centralidad social y creo sinceramente que en estos momentos el resto de las fuerzas políticas catalanas están planteando cuestiones muy alejadas de lo que realmente preocupa a los ciudadanos de Cataluña. A Cataluña no le interesa entrar en un periodo de revisión institucional que incluso pueda comportar la reapertura del pacto constitucional. Se están planteando las cosas con una extrema frivolidad, en periodo electoral y como elemento de confrontación partidista.
P. El PP de Cataluña tiene poca autonomía. Las listas las elaboran en Génova... ¿No dan una imagen escasamente catalanista o catalana?
R. Soy consciente de que esta imagen existe, pero le puedo asegurar que desde que presido el partido todas las decisiones en términos de política catalana las ha tomado el PP de Cataluña, y seguirá siendo así.
P. ¿Qué opina de las críticas que recientemente se han hecho desde foros empresariales a los gobiernos central y autónomo?
R. Me parece muy positivo que las instituciones de la sociedad civil catalana hagan planteamientos críticos respecto a la actual situación de Cataluña.Además lo hacen bien porque se huye de esta tentación permanente que siempre se tiene en Cataluña de eludir las propias responsabilidades y de situar fuera la responsabilidad de lo que no funciona, y particularmente en lo que llaman Madrid. Me inquieta la nula capacidad de autocrítica que está demostrando el actual Gobierno de la Generalitat.
P. ¿A qué atribuye tantos años de silencio y falta de crítica?
R. Creo que la sociedad civil catalana ha estado durante demasiado tiempo adormecida y transfiriendo algunas de sus responsabilidades históricas al poder político. Siempre he pensado que en estos últimos años a la sociedad catalana le sobraba política y le faltaba trempera social.
P. Pues últimamente usted se ha mostrado muy crítico con la burguesía catalana. Dice que ha abdicado a la hora de tomar la iniciativa, que lo confía todo al Estado.
R. Yo me considero un liberal y creo que es muy importante que la política y la Administración no lo ahoguen todo, que se deje la mayor libertad posible a la actuación de los ciudadanos en todos los ámbitos. Un ejemplo muy concreto: es una pena que entre todos hayamos dejado la política cultural básicamente en manos del Gobierno de la Generalitat. La cultura en Cataluña siempre ha sido expresión de su sociedad, y particularmente de su burguesía, y sería bueno que esto volviera a recuperarse. Es un ejemplo muy tópico y muy manido, pero antes el Liceo lo reconstruía la burguesía; ahora han tenido que reconstruirlo las administraciones.
P. ¿No será que los impuestos han engullido el patrocinio y los hijos de la burguesía son funcionarios?
R. Yo conozco muchos hijos de la burguesía que tienen ideas muy claras, que están muy bien formados, han viajado mucho y tienen una visión global del mundo en el que nos movemos. Confío mucho en estas nuevas generaciones.
P. Usted ha tachado al nacionalismo y al socialismo de decimonónicos. Pues el liberalismo ya tiene unos cuantos quinquenios...
R. Sí. Pero lo que ocurre es que no estamos hablando del liberalismo del siglo XIX. Estamos hablando de dejar que las sociedades modernas del siglo XXI desarrollen al máximo todas las oportunidades, y por tanto, nuestro discurso es el de las oportunidades, y desde este punto de vista, es profundamente igualitario. Lo que es esencial para que una sociedad esté cohesionada y progrese es que haya igualdad de oportunidades, y a partir de aquí volver a recuperar lo que siempre se ha llamado la cultura del esfuerzo.
P. Usted enfatiza la gestión ¿cree que las ideologías pierden valor?
R. Si consideramos las ideologías de una manera cristalizada tal y como las hemos conocido en los dos últimos siglos, creo que nos equivocamos. La política, obviamente, es gestión, pero si sólo es gestión pierde el alma. Y el alma debe situarse en una determinada ambición de país, en un determinado modelo.
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