Acoso en Italia contra dos fiscales que acusaron al ministro Previti

El Consejo Superior de la Magistratura italiana (CSM) aprobó ayer, tras largas discusiones, una declaración de apoyo a dos fiscales de Milán, acusados por el imputado Cesare Previti de haber mantenido en secreto, de forma ilegítima, pruebas a su favor. La toma de posición del CSM no significa, sin embargo, el final de este episodio. Un responsable de Forza Italia ha denunciado por "abuso de cargo" a los dos fiscales en entredicho, Ilda Boccassini y Gherardo Colombo.

Previti, ex ministro de Defensa y antiguo abogado del primer ministro, Silvio Berlusconi, imputado como éste en el proceso SME, en el que está acusado de soborno a jueces, ha decidido pasar al contraataque. Condenado recientemente a 11 años de cárcel por amañar una sentencia en una antigua disputa mercantil entre el ex banco público IMI y el grupo petrolero Sir, el diputado de Forza Italia se ve contra las cuerdas de nuevo, perseguido por los mismos fiscales, miembros del histórico grupo Manos Limpias.

Boccassini y Colombo han sacado buena parte de sus argumentos de "combate" legal contra Previti -en tres juicios que han sido llamados de las "togas sucias"- de un fascículo judicial secreto, el 9520, al que no ha tenido acceso la defensa del imputado.

Previti se ha declarado víctima de la persecución de estos magistrados ("no les gusta mi cara", sostiene) y asegura que dentro de ese fascículo hay escondidas pruebas que le exculparían. Sus quejas decidieron al ministro de Justicia, Roberto Castelli, de la Liga Norte, a enviar a la fiscalía de Milán a dos inspectores para comprobar sobre el terreno la situación.

Acusaciones contra fiscales

Los dos funcionarios reclamaron el acceso al dossier y se encontraron con una rotunda negativa. Irritados, elaboraron un informe, que se filtró a la prensa hace unos días, en el que recriminan a los dos fiscales por faltar "al deber de corrección y de colaboración leal con los órganos institucionales, comprometiendo el prestigio de la judicatura".

Mientras el CSM estudiaba el informe, Giacomo Borrione, responsable de Justicia del partido Forza Italia en región de la Umbria y presidente de un denominado Comité Nacional por la Justicia, en el que figuran importantes miembros de la formación política que preside Berlusconi, como el abogado Carlo Taormina, ha denunciado a Boccassini y Colombo ante la justicia por abuso de cargo. La fiscalía de Brescia, que es la jurisdicción competente, ha abierto una investigación que ha escandalizado a media Italia.

El escándalo social ha hecho recordar a Antonio di Pietro, el juez que fue compañero de los dos acusados en el colectivo de Manos Limpias, los tiempos turbulentos de Tangentopoli, el macroproceso contra la corrupción política en Italia desarrollado durante los años noventa. "Tengo la sensación de estar de nuevo en el año 1994", ha declarado, "cuando sufrí una campaña de deslegitimación, primero en los diarios, y luego con la denuncia de abuso de cargo". En aquella etapa, algunos de los principales fiscales de Milán recibieron centenares de denuncias. Francesco Saverio Borrelli, el fiscal jefe, se enfrentó a 319 investigaciones que quedaron en nada.