El Gobierno exige al alcalde de Manresa que reponga las banderas

El Gobierno central exigió ayer por partida doble al alcalde de Manresa, el socialista Jordi Valls, que restituya la bandera española en la fachada del Ayuntamiento. El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, advirtió al alcalde de que "reponga la legalidad cuanto antes" y la delegada en Cataluña, Julia García-Valdecasas, le remitió un fax en el mismo sentido. Valls todavía medita su decisión.

El pasado lunes, el pleno del Ayuntamiento de Manresa aprobó, gracias a los votos de CiU y ERC y la abstención de ICV, una moción para mantener sólo en la fachada del consistorio las enseñas de la ciudad y la catalana. A la mañana siguiente, el alcalde ordenó retirar la española, de obligada exhibición, y la europea.

La decisión ha originado un serio conflicto político ya que los republicanos forman parte del equipo de gobierno municipal, y la Generalitat, a la que apeló el alcalde de Manresa, lejos de buscar una solución, ha excitado más los ánimos. El conseller en cap, Artur Mas, se desentendió del problema y culpó del hecho a los socialistas catalanes y a la supuesta fragilidad de su gobierno municipal.

Tan sólo el consejero de Gobernación, Josep Maria Pelegrí, se esforzó ayer en calmar la situación. Pelegrí, aunque dijo respetar la autonomía municipal, aseguró que la legislación debe cumplirse y las leyes españolas son claras al respecto. La ley 39/1981 estipula en su tercer artículo que la bandera española "debe ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado". Es decir, que no hay lugar a dudas sobre su obligatoriedad, aunque la exibición de la europea es opcional.

La respuesta del Gobierno central, como era de suponer, no se hizo esperar. "Estamos seguros de la cooperación del alcalde de Manresa a esos efectos y no vamos a permanecer pasivos ante lo que es una vulneración de las leyes", advirtió Arenas en conferencia de prensa en la Moncloa. El ministro manifestó que se trata de un acuerdo "ilegal a todas luces", por lo que el Gobierno acudirá a "todas" las vías políticas y a las jurídicas disponibles. Y recordó que las competencias sobre la regulación de la bandera española "son exclusivas del Estado", como así lo señaló el secretario municipal del Ayuntamiento de Manresa en un informe que leyó en la sesión plenaria.

La delegada del Gobierno central en Cataluña, Julia García-Valdecasas, remitió ayer vía fax al alcalde el requerimiento para que restituya la bandera española en la fachada del Ayuntamiento. El alcalde de Manresa comunicó el contenido del mismo al resto de grupos municiaples y lo trasladó al consejero de Gobernación para que respalde la decisión que tome en uno u otro sentido. Jordi Valls desearía recibir la respuesta de Josep Maria Pelegrí con prontitud par no demorar más el tema.

Críticas a Artur Mas

El conflicto por la bandera causó reacciones contrarias según los partidos. Esquerra Republicana acusó a Arenas de intentar "euskaldunizar" la política catalana, según su portavoz, Joan Ridao, que calificó de obsoleta la ley que regula el uso de los símbolos del Estado. El ministro de Ciencia y Tecnología y presidente del PP catalán, Josep Piqué, se mostró sorprendido por la decisión de CiU de apoyar la moción y recriminó a Artur Mas que "mire hacia otro lado" y se desentienda de "algo que también corresponde afrontar" al Gobierno catalán. "Es difícilmente comprensible que se diga que es un problema entre los grupos municipales".

Más contudente se expresó el socialista Miquel Iceta, al afirmar que Artur Mas "no es digno del cargo que ocupa y mucho menos de lo que se espera de un candidato a la presidencia de la Generalitat" al haber tratado de "erosionar" al alcalde de Manresa. Iceta dijo que Mas ha olvidado que "una de las responsabilidades de un Gobierno es velar por el cumplimiento de las leyes".