El Consejo Fiscal avala por sólo un voto el relevo de Jiménez Villarejo en Anticorrupción

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, comunicó ayer al Consejo Fiscal su decisión de proponer a Antonio Salinas como nuevo Fiscal Anticorrupción, en sustitución de Carlos Jiménez Villarejo, tras conocer que de los nueve consejeros electivos, cuatro votaron por su continuidad y otros cuatro por su relevo. El noveno consejero se abstuvo. Votó también a favor de Salinas el consejero nato (por razón de su cargo de teniente fiscal del Supremo) José María Luzón. La Unión Progresista de Fiscales expresó su protesta por la política de nombramientos, ajena a la capacidad del designado.

El nombramiento más polémico que Cardenal sometió ayer a consulta del Consejo Fiscal era el del nuevo titular de la Fiscalía Anticorrupción. Dado el cese de Jiménez Villarejo por mandato legal, al haber desempeñado el cargo durante más de cinco años, cabían dos opciones: nombrarle otra vez -como ayer mismo se hizo con nueve fiscales- o sustituirle por otro fiscal.

Fuentes de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y de la mayoritaria y conservadora Asociación de Fiscales (AF) confirmaron a este periódico que durante la última semana había mayoría de consejeros electivos favorables a la continuidad de Jiménez Villarejo, si bien tras la reunión del lunes de la dirección de la AF algunos cambiaron su voto.

La votación de ayer sobre el nombramiento de fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción arrojó el siguiente resultado: apoyaron la petición de continuidad de Jiménez Villarejo cuatro de los nueve consejeros electivos (los tres de la UPF y uno de la AF, José María Romero de Tejada), uno de la AF se abstuvo -Román Ruiz Alarcón- y los otros cuatro votaron a favor de Salinas.

El voto de Luzón

A esos cuatro consejeros electivos se unió Luzón, consejero nato y número dos de la Fiscalía General del Estado, con lo que Salinas obtuvo un total de cinco votos del Consejo Fiscal, lo cual permitió a Cardenal -que no había votado- anunciar la propuesta del sustituto de Jiménez Villarejo como opción mayoritaria del órgano consultivo.

En relación con los cinco fiscales de Sala del Tribunal Supremo sometidos a consulta, la votación se produjo en bloque, en la que obtuvieron amplia mayoría para renovar mandato José Leopoldo Aranda, Juan Martín-Casallo y Rogelio Gómez Guillamón, mientras que para los dos nuevos cargos de fiscales de sala, Luis Navajas obtuvo el voto unánime. En cambio, para la otra nueva plaza de fiscal de Sala del Tribunal Supremo empataron a tres votos cada uno José María Paz, Mariano Fernández Bermejo -destituido como fiscal jefe de Madrid- y Pilar Fernández Valcárcel.

Cardenal, que no había votado, se inclinó por proponer a esta última, en línea con el pronunciamiento hecho el pasado lunes por el ministro de Justicia, José María Michavila, en un curso de verano, en favor de la potenciación de las mujeres en el Ministerio Público.

El cargo de fiscal inspector jefe de la Fiscalía General del Estado, que venía ocupando Juan José Martínez Zato -ya designado fiscal jefe de Relaciones Institucionales-, se lo disputan el número dos de esa fiscalía, José Luis Bueren, que obtuvo tres votos, y Rafael Valero que, con siete votos, será el propuesto por Cardenal. Hubo acuerdo para renovar a Eduardo Fungairiño en la Audiencia Nacional, aunque se produjeron tres abstenciones.

Fuentes de la UPF lamentaron ayer que las destituciones hayan sido mayoritariamente de miembros de su asociación, mientras que prácticamente ninguno de los nuevos propuestos pertenecen a la misma, lo cual, según señalaron, significa una discriminación de Cardenal hacia ellos.