_
_
_
_

El avión siniestrado pertenecía a una firma libanesa

Miguel González

El Yakovlev en el que regresaban a España los 62 militares que habían cumplido su misión humanitaria en Afganistán y Kirguizistán no era propiedad de la compañía Ucranian Mediterranean Airlines.

Según la documentación entregada al Congreso por el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, el dueño del avión era una empresa libanesa: J. T. R. Company, SAL, domiciliada en Shaily Sector-Hazmieh, en Beirut.

El dato resulta relevante, ya que con los 70 millones de dólares que fija como límite la póliza suscrita por UM Airlines con la aseguradora ucrania Busin no sólo habrá que indemnizar a los pasajeros sino también a la propietaria del aparato. Se da la circunstancia de que el presidente de UM Airlines es también un ciudadano libanés, Rodrigue Merhej, de 32 años.

La compañía ucrania dispone, además del Yak-42, de otros cuatro aviones: un Boeing 737-300, un Tupolev 134, un Tupolev 154 y un Antonov 24. Sin embargo, si dichos aparatos están también a nombre de otras empresas será muy difícil embargarlos en un procedimiento judicial.

UM Airlines es una empresa muy reciente, pues obtuvo la licencia como operador aeronáutico en 1999.

Pese a ello, el año pasado se convirtió en la tercera línea de vuelos charter de Ucrania, donde operan decenas de compañías de este tipo, con más de 100.000 pasajeros. Merhej mantiene buenas relaciones con las autoridades políticas de Kiev, que en 2001 le concedieron la medalla de la independencia del país.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Según la documentación remitida al Congreso, el vuelo del Yak-42 se encargó el 28 de abril pasado, a través de la agencia NAMSA de la OTAN, por un importe de 149.000 euros. En comparación, Defensa fletó un Ilyushin 76 de carga para el mismo trayecto por 185.000 euros y un Tupolev 154 para la ruta Salamanca-Kabul-Valladolid por 155.000 euros.

Demandas del PSOE

Por otro lado, el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, denunció ayer el "fracaso de la política de defensa" del Gobierno que, a su juicio, se demuestra en las múltiples quejas de los militares, recogidas por la Oficina del Defensor del Soldado, y en las sombras que siguen rodeando el accidente del Yak-42.

Caldera recordó que los resultados de la investigación que presentó Trillo-Figueroa en el Congreso son "aún preliminares" y anunció que el PSOE prepara varias iniciativas para reclamar documentos relacionados con este caso. Entre otros, los datos de la tripulación de refresco que, según dijo el ministro, se incorporó al vuelo del Yak-42 a mitad de trayecto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_