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Crónica:VILLAGE PEOPLE
Crónica
Texto informativo con interpretación

Dura semana laboral

- RESUMEN DE LO PUBLICADO. Prosiguen los fastos del Village, una mezcla conceptual de stand chachi de Construmat con secretarias bien calculadas + fiesta mayor del Consorci de la Zona Franca, presidido por Enrique Lacalle, que hace de alcalde de ciudad pequeña con posibles, si bien no se ha enrollado con ninguna folclórica.

- TEORÍA DE LA 'GOGÓ'. Llego al Village una noche de día laborable. En el Village, por ese motivo, se trabaja a destajo. A saber: prosiguen las meditaciones para elegir la modelo definitiva -¿la pubilla del Village?-, dentro del marco incomparable del concurso liguilla Operación Top Model. Luego, sin descanso, en plan tripulación de avión ex soviético, se celebra el solemne concurso de gogós. Con esa línea intelectual, es cuestión de segundos que se celebre el I Open Village de Combate Femenino Sobre -uau- Barro. Concurso de modelos: para crear más emoción, hoy se ha eliminado el psicotécnico. Como sucede con las modelos mayores de 18 meses, todas caminan con total éxito, sin caerse, lo que hace más reñida la selección. Vaya, empieza el concurso de gogós. Van saliendo a la pista sendas gogós y sendos gogós. Ellos bailan mejor y, todo parece indicar, serían mejores madres. Me acerco a la pista para observar mejor la cosa. Para ello, sólo tienes que subir -plof- y bajar -plof- una escaleritas que comunican -plof- la pasarela de las modelos con la disco, un maniobra difícil si -plof, plof, plof- vas chispita. Las gogós: a) brilla con luz propia una chica que tiene 6.876 vértebras más al final de la espalda y b), casi todas son de países y barrios gore. Su presencia y su belleza vuelve a confirmar esa violencia silenciosa consistente en que tu cuerpo sea tu tarjeta vip. O, incluso, tu tarjeta de residencia. Público: la cosa está más abarrotada que la semana pasada. Mimetizados entre el personal hay varios famosos de guardia. Me presentan a dos, que resultan ser el penúltimo chico Almodóvar y Lorenzo de Medici, a quien doy la patita y con quien mantengo una conversación. Conversación, tráiler: hablamos del tiempo y del hecho de que la continuación de nuestras respectivas sagas, los Medici y los Martínez, dependan también de las ganas de reproducirse de dos hermanos Medici y dos hermanos Martínez, algo que preocupa a mamá Martínez y, sin duda, a mamá Medici. Que mañana se va pitando a Suiza. Más que nada porque tiene un petit hotel que, si no va, se cae. Le digo que a mí me sucede lo mismo con mi piso. Fin del tráiler. Meditación: Medici sería un buen barcelones Rh-. A saber: quizás no ha hecho nada, pero tiene un abuelo famoso. Si bien en su caso no era estraperlista, sino que pagó el David de Miguel Ángel, igual no se lo tenían en cuenta y se integraba en esta sociedad abierta. Me encuentro con la pareja artística Laporta & Rosell. En el momento en el que les veo aún no tienen pillado a Ronaldinho, de manera que tal vez están buscando a Pocholo para ficharlo de jugador mediático.

- CENORRING. Ahora ya es otro día. En este otro día se celebra la Fiesta de Clubes, a la que han sido invitados los Reales Clubes de Golf El Prat, Náutico, de Polo y de Tenis, y los Círculos Ecuestre y del Liceo. En general, todo club y todo círculo en la antípoda de la Amical Mauthausen. Yo, a su vez, he venido a un cenorrio que Lacalle da a la prensa, una cosa muy en la línea de las políticas institucionales del sur de Europa. Bueno. Cenamos en el sur de Europa, subsector Village. 30 periodistas, Lacalle y Alberto Fernández Díaz. Ese político con esa pose tan aburrida que invita a creer que algún día será el emblema de la cocina macrobiótica viene pletórico del pleno en el Ayuntamiento, donde ha dado para el pelo a Portabella. Periodistas: prima el periodista deportivo -Lacalle es ex junta del Barça, como todo el mundo-, lo cual invita a pensar que el Barça, esa cosa que ensucia a empresarios, igual limpia a políticos. De hecho, por ahí pasan Laporta & Rosell. Aún no existe Ronaldinho y los compis les matan a preguntas pre-rrecochineo. Y, Pocholo, tampoco ha venido. Otro día, más cosas.

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