Nueve detenidos en México en una operación contra las finanzas de ETA

Nueve presuntos miembros o colaboradores de ETA fueron detenidos el viernes por la tarde y ayer en México, y otro más en la localidad vizcaína de Gernika, en una operación contra la red de financiación de la banda terrorista. La actuación policial, que fue calificada de " importante" en una nota del Ministerio del Interior, es fruto de una investigación conjunta de los servicios secretos mexicanos y la policía española iniciada hace más de un año. El jefe del Gobierno, José María Aznar, telefoneó ayer al presidente de México, Vicente Fox, para agradecer las detenciones.

La actuación contra el entramado financiero de la banda terrorista comenzó el viernes por la tarde con la detención en Gernika (Vizcaya) de Mikel Josu Arronategi Bilbao, de 71 años, quien se encargaba, al parecer, de canalizar los fondos que la dirección de ETA enviaba desde Francia a México para financiar las actividades de la banda en aquel país. Arronategi ya había sido detenido en 1989 por colaborar con el comando Araba de ETA.

Casi simultáneamente, la Procuraduría mexicana arrestaba en Monterrey a Asier Arronategi Duradle, que, al igual que su padre, se encargaba de canalizar los fondos que ETA enviaba a México. Arronategi participó en el Aberri Eguna que la izquierda abertzale celebró en Amaiur (Navarra) el pasado 21 de abril.

En Puerto Escondido (Oaxaca) fueron detenidos Juan Carlos Artola Díaz -considerado el máximo responsable de los etarras en México- y María Asunción Gorrotxategi Vázquez. Ambos fueron miembros del comando Donosti en la segunda mitad de los años ochenta.

En la localidad de Cuautitlán Izcali, la policía mexicana detuvo a Félix Salustiano García Rivera, Yiyo, que perteneció al comando Axular y al que se le atribuye haber participado en diversos atentados contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En la actualidad se le consideraba encargado de los etarras huidos al Estado de México y a México D.F.

Además, la policía mexicana detuvo a dos ciudadanos españoles que portaban documentación falsa y cuyas identidades podrían corresponder a Ernesto Alberdi Elejalde y José María Urkijo Borde.

El primero de ellos, arrestado en Puebla, era responsable de la organización etarra en ese Estado. En los años ochenta fue procesado en España por diversos delitos de estragos. Por su parte, Urkijo Borde, Kinito, detenido en Cancún, fue miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, participó a finales de los ochenta en actividades de cobertura a miembros de ETA liberados y en 1989 fue señalado como confidente del ex policía José Amedo, según informa Vasco Press. En la actualidad se encargaba del colectivo etarra en el Estado mexicano de Quintana Roo.

Además de los siete detenidos de nacionalidad española, la Procuraduría arrestó a tres ciudadanos mexicanos que, presuntamente, colaboraban con la estructura financiera de ETA en México.

La operación que, según el ministro del Interior, Ángel Acebes, supone un importante golpe a la estructura financiera, logística y de falsificación de documentos de ETA en México se ha llevado a cabo bajo la dirección del juzgado central de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, que expidió una comisión rogatoria internacional a las autoridades judiciales mexicanas.

Un año de investigación

Las investigaciones, que comenzaron hace más de un año, dieron sus primeros frutos el 26 de agosto de 2002, cuando fue detenido en Francia el veterano etarra Juan Ángel Otxoantesana Badiola, Kirru. Éste, responsable de falsificar documentos y considerado jefe de la trama en México, se había desplazado desde ese país americano a Francia para mantener contactos con la dirección de ETA.

La operación, que ha servido para detener a estos 10 presuntos miembros o colaboradores de ETA, ha permitido congelar fondos por valor de 900.000 pesos mexicanos (unos 102.000 euros) en distintas entidades financieras. En la actuación policial desarrollada en México, que es la primera contra la trama financiera de ETA, fueron registrados ocho domicilios y varias empresas.

Acebes explicó en una rueda de prensa en Madrid que ETA contaba en México con una estructura estable y "plenamente desarrollada" de financiación, apoyo logístico y acogida, formada por un colectivo de huidos. Éstos estaban dirigidos por un comité de organización subordinado a la dirección de ETA en Francia.

Para el mantenimiento de esta estructura, ETA enviaba al país norteamericano "cantidades significativas" de dinero "de la manera más opaca". Según una nota de Interior, la dirección de la banda hacía llegar los fondos en efectivo mediante transferencias internacionales desde Francia o a través de España. Los detenidos "reintegraban el dinero mediante operaciones en efectivo y libramiento de cheques que cobraban en caja", lo que dificultaba la identificación del beneficiario de los fondos.

Los etarras detenidos se encontraban en México huidos de la justicia española, aunque en la mayoría de los casos han prescrito las causas judiciales por los que se les perseguía. Según la policía, estos presuntos terroristas seguían colaborando para satisfacer las necesidades logísticas y económicas de ETA "en condiciones absolutas de disponibilidad, obediencia y subordinación".