Felicitación y crítica

Soy lector diario de EL PAÍS desde hace años y normalmente me da muchas satisfacciones, además de información y cultura. Soy nacido en Chile, por lo cual, a pesar de llevar unos veinte años en España, me siento muy latinoamericano (para mí, Latinoamerica es un continente-nación dividido políticamente y económicamente), por lo cual me interesa mucho el tema. Estos días se han publicado varias cosas interesantes de Latinoamérica, por ejemplo, en Babelia, sobre literatura colombiana; en EPS, sobre la inmigración ecuatoriana; en El País Negocios, reportajes de Brasil, México y Argentina, así como noticias de las opiniones de Ricardo Lagos (Chile) y Lula (Brasil) en las reuniones de la cumbre de Londres. Por todo ello los felicito y se lo agradezco, y espero que se profundice en esa vía.

Ahora les haré las críticas, ya que los amigos deben estar a las duras y las maduras y me considero amigo de EL PAÍS. En la noticia de la cumbre de Londres se cae nuevamente en un error que suele caer el diario en su línea económica, y es dar por hecho que las políticas reformistas tipo tercera vía (orientación neoliberal) son las adecuadas para el desarrollo y el crecimiento, cuando la evidencia empírica demuestra lo contrario, como muy bien demuestra Vicenç Navarro (a quien, por cierto, también afortunadamente publican el mismo día) en su libro Bienestar insuficiente, democracia incompleta.

Con respecto a la publicación del artículo sobre el papel de Francia, Alemania y Reino Unido en Europa en EL PAÍS del domingo, decir que dan por hecho los autores seudoprogresistas que Europa se tiene que armar más y que los tres países deben mandar sin contar con los demás es un discurso absolutamente antidemocrático. La democracia tiene sus servidumbres, y una de ellas es que ninguna decisión es perfecta, pero a cambio también se evitan los grandes errores. Prefiero 25 presidentes poniéndose de acuerdo en un tema de mínimos que un Bush todopoderoso llevando a su país a la guerra y a la catástrofe económica.