Tebeos en la pantalla

En 2002, los dos mayores éxitos de taquilla en Francia fueron las películas Astérix y Cleopatra y Spiderman, el máximo icono del cómic francés y el emblema estadounidense de los superhéroes. En España, Mortadelo y Filemón han arrasado esta temporada. El cómic y el cine, aunque siempre han mantenido una relación de intercambio -nacieron casi simultáneamente en el último lustro del siglo XIX-, viven una esplendorosa época en común. Una de las más logradas expresiones del cine negro contemporáneo Camino a la perdición está basada en un cómic publicado por Dolmen Editorial. Con su lectura podemos comprobar cómo la película está rodada viñeta a viñeta. Incluso en el ámbito independiente americano, el cómic Ghost World, del recientemente premiado en el Salón del Cómic de Barcelona Daniel Clowes, ha tenido una simpática adaptación a la pantalla.

Pero donde el cine está ahora alimentándose es en la adaptación de superhéroes. El gran avance de los efectos especiales ha facilitado la credibilidad de las evoluciones fantásticas. Atrás quedan años de inocentes traslaciones, como las versiones televisivas y cinematográficas de Batman. El listón se elevó tras las entregas cinematográficas de Superman y continuó con el Batman de Tim Burton, basado en la interpretación del personaje que se realizó en los ochenta. Ahora el cine y el cómic fantástico han llegado a su maridaje total con la puesta en escena cinematográfica de los héroes de la compañía Marvel: las dos entregas de Patrulla X, Spiderman, Daredevil y Hulk, el último en incorporarse al plantel. Sólo nos falta ver en la pantalla al Capitán Trueno. El proyecto no falta, aunque esté paralizado.