Vivir en Gran Vía
Vivo junto a Gran vía, detrás de las dos tiendas de Zara. Tardé 19 meses en encontrar piso y me he entrampado de por vida con el banco. Pertenezco a ese 3% de jóvenes menores de 30 años que viven solos y son económicamente independientes.
Desde que me fui a vivir a esta casa, ya hace una año, he visto de todo, desde peleas, varios apuñalamientos, un robo con botellazo, robo de cartera con el truco de las monedas, tirones, bolsos de señora con la correa rota, carteras saqueadas, clavarse una jeringuilla en la ingle, en el cuello, en un tobillo, fumar en papel de plata, defecar dentro del portal y limpiarse con la pared, orinar, palomas poniéndose moradas a vómito, una rata, charcos de sangre con jeringuillas...
Todo esto a 15 metros de la Gran Vía. Por las noches se pelean, gritan y se insultan desgañitándose durante toda la noche y acaban abriendo las bolsas de basura. He llamado a la policía, al 092, y de tres veces que llamo me cogen una. Cuando me lo cogen me aseguran que vendrán, y no aparecen. Tengo que acompañar a cualquier persona que venga a verme hasta los límites de la zona, y si llevas sandalias mejor vete atento a dónde pisas. Si vengo tarde, me encuentro con una legión de zombis haciendo corro en mi portal y tengo que pasar entre ellos a las cinco de la mañana en una callejuela que no pasa ni el aire. Nos rompen la puerta del portal para poder pasar continuamente. Una vez salimos en Madrid Directo, pero no sirvió de nada, la callé ha salido en más de un periódico con el titular de droga en el centro de Madrid, pero se ha quedado en un simple suceso curioso.
Hace tres meses subía cargado de bolsas y se me apagó la luz; como no podía encenderla seguí subiendo a oscuras, al llegar a mi rellano deje las bolsas en el descansillo y encendí, un tío con los ojos como una cabra ahorcada me miro y me dijo que ya se iba mientras se sacaba una jeringuilla chorreando del brazo.
Que más puedo decir... Ha llamado usted a la Policía Municipal de Madrid. En estos momentos no hay ningún agente disponible, por favor manténgase a la escucha y en breve le atenderemos. ¡Ah!, y no se olvide de hacer su declaración.
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