Castillejo y los negritos buenos

... "que también se van al Cielo todos los negritos buenos..." (Machín). Así cantaba Machín años atrás. Y yo espero que así sea. Que vayan al cielo todos los negritos buenos... y, sobre todo, que hayan ido todos aquellos a los que les tocó morir de hambre en diferentes territorios del mundo como pudieron ser Somalia, Sudán, Etiopía... por ejemplo, mientras Castillejo, presidente de Cajasur, comenzaba la celebración de sus "bodas de oro como sacerdote" con la concelebración de una gloriosa misa de cuatro obispos en la Catedral de Sevilla, lectura de la bendición apostólica del Santo Padre incluida, para finalmente rematar los fastos con un escandaloso y provocativo almuerzo en el Palacio de Congresos sevillano para 6.500 de sus empleados, al costo de más de 300.000 euros.

Nada de una misa normalita y un chocolate con churros sencillito y en la intimidad familiar, por ejemplo. No, nada de eso. Más de 300.000 euros para un almuerzo de lujo, a mesa, catering y mantel mientras muchos negritos buenos morían de hambre... antes de ir al Cielo.

Y yo me pregunto: ¿adónde irá este sacerdote blanco, este Castillejo, sacerdote de la Santa Iglesia, Católica, Apostólica y Romana, con sueldo de 400.000 euros y póliza de jubilación de dos millones, después de sus pompas, ceremonias, fastos catedralicios y escandalosos y provocativos almuerzos, mientras negritos buenos mueren al mismo tiempo de hambre, sin saber por qué y sin poder entenderlo?

Unos negritos inocentes, muriendo de hambre, mientras otros adultos blancos dormían una reparadora siesta con el estómago bien lleno: entrante de chacinas ibéricas, crema de melón con gambas y jamón serrano, solomillo ibérico a la cazadora y postre cordobés... Yo tampoco lo entiendo.