Violencia doméstica
Todos los estamentos de la sociedad animan a las víctimas de la violencia doméstica a denunciar su situación ante la justicia. Lo cierto es que las mujeres maltratadas por sus verdugos sufren otro maltrato añadido. El de la inoperancia de las instituciones para garantizar su protección y seguridad. Tenemos sobradas muestras del desamparo, la ineficacia y lentitud del sistema. Es inaceptable que problemas burocráticos contribuyan indirectamente al crecimiento de la macabra cifra de víctimas mortales. Solucionar el problema nos compete a todos, políticos, jueces, funcionarios y ciudadanía en general. Vamos a cambiar el lema "Denuncie como pueda" por otro que ofrezca garantías suficientes. Que a la humillación y vejación no se sume la impotencia.
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