Zapatero admite falta de reflexión en la izquierda sobre el control de las instituciones
Un ex asesor de Clinton afirma que Bush ha fracasado en Afganistán y en Irak
Al día siguiente de la clausura de la cumbre de centro-izquierda celebrada en Londres, con la participación de medio millar de intelectuales y políticos de 30 países, entre ellos Javier Solana y Joaquín Almunia, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, inauguró ayer en El Escorial un curso con la participación de los principales teóricos de la izquierda europea para paliar el déficit de pensamiento teórico sobre la alternativa al conservadurismo.
José Luis Rodríguez Zapatero, junto con el catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Vallespín, diseñó este curso hace un año con la pretensión de fijar las bases teóricas de su programa electoral con propuestas sobre la inmigración, globalización, funcionamiento de la democracia, nacionalismos y el republicanismo, englobados bajo el título Los desafíos de la política del futuro. Pero, como siempre, la realidad inmediata se impuso y Zapatero, en su discurso inaugural, hizo numerosas incursiones sobre la corrupción, el funcionamiento de las instituciones democráticas y la reivindicación de la política en un momento de desánimo en las filas de la izquierda por el escándalo en la Comunidad de Madrid.
El líder del PSOE admitió que existe un déficit de teorización en la izquierda sobre el funcionamiento de las instituciones democráticas y su control porque su dedicación se ha centrado, históricamente, en combatir la explotación económica. Por ello, reivindicó el republicanismo entendido como la participación ciudadana en la política, la transparencia en el funcionamiento de las instituciones democráticas. "Tan importante es una propuesta social como otra sobre el funcionamiento de las instituciones democráticas", insistió el dirigente socialista.
"Los seres humanos no son corruptos, sino corruptibles", aseveró Zapatero, que abogó por la necesidad de mejorar sensiblemente el funcionamiento de las instituciones democráticas y su control. Y planteó una reflexión sobre el papel de la representación ciudadana, el control de los escaños y el desbloqueo de las listas electorales.
Retomó el discurso de la izquierda moderna al reivindicar el control democrático del poder económico, que "por su funcionamiento global escapa al control de los Estados".
Llegado a este punto, se desmarcó de la tercera vía, propiciada por el primer ministro británico, el laborista Tony Blair, y reivindicó el papel de la Internacional Socialista y del Partido de los Socialistas Europeos por ser los únicos capaces, a juicio de Zapatero, de dar una respuesta desde la izquierda al desafío global de la economía.
Hizo un juicio crítico del laborismo de Blair al recordar sus reticencias al euro, a la Constitución Europea y por ceder a la gestión privada aspectos sustanciales del sector público como la sanidad, así como su alineamiento con la Administración de George Bush. Pero también reconoció sus aportaciones a la cultura de la izquierda, como la teorización sobre la familia en un sentido amplio y sus propuestas sobre la seguridad ciudadana como servicio público.
"Bush, anticuado"
Benjamin Barber, teórico norteamericano sobre la democracia y ex asesor del ex presidente Bill Clinton, fue rotundo en su crítica al Gobierno del presidente Bush, al que calificó de "idealista" y "anticuado del siglo XIX". "La guerra de Irak no sólo fue injusta e inmoral sino errónea", aseveró Barber.
Barber ve a Bush como un epígono de la tradición independentista norteamericana que basculó entre el aislacionismo y la intervención en otros países para consolidar la seguridad norteamericana, pero que "aún no se ha dado cuenta que ya no estamos en la etapa de la independencia, sino de la interdependencia".
Barber, en tono irónico, subrayó que Bush ha fracasado en Irak porque "no se puede acabar con una ONG malévola, como es Al Qaeda, porque no tiene Estado". "Son parásitos móviles que cuando Bush ataca en Afganistán o en Irak se repliegan en el caparazón de otros países y así hasta el final, y eso permite que Osama bin Laden siga suelto".
El 11 de septiembre marcó el fin de la independencia norteamericana y el comienzo de una era caracterizada por la interdependencia. "Ahora sólo falta que Bush se dé cuenta de ello". Y, a juicio de Barber, esta deficiencia es la que explica el fracaso de la intervención norteamericana en Afganistán e Irak.
Un curso inédito en España para teorizar sobre los retos de la izquierda
José Luis Rodríguez Zapatero ha logrado reunir, en un curso codirigido con el catedrático de la Universidad Autonóma de Madrid Fernando Vallespín, a un puñado de los mejores teóricos de la izquierda para debatir sobre los retos más importantes del siglo XXI. Este curso inédito en España cuenta con personalidades como Benjamin Barber, director del Walt Whitman Center for the Culture and Politics de la Universidad de Rutgers y ex asesor de Bill Clinton, que debatió ayer sobre el papel de la democracia en un mundo global junto con Robert Cooper, asesor del alto representante de Política Exterior en la Unión Europea, Javier Solana.
En los próximos días debatirán sobre multiculturalismo y diversidad Zygmund Bauman, sociólogo de origen polaco, resistente al nazismo y profesor emérito de Sociología en las Universidades de Leeds y Varsovia. Le acompañará una mesa redonda sobre Europa y la nueva dimensión política, con la participación de Pere Vilanova, de la Universidad de Barcelona, y Andrés Ortega, editorialista de EL PAÍS.
John Gray, profesor de Pensamiento Europeo en la London School of Economics, disertará sobre la tolerancia, y el profesor de Filosofía de la Universidad de Roma, Alessandro Ferrada, sobre el republicanismo. Le acompañará una mesa redonda con los participantes españoles: Rafael del Águila, de la Universidad Autónoma de Madrid; Félix Ovejero y Salvador Giner, ambos de la Universidad de Barcelona.
Philippe van Parijs, de la Universidad de Lovaina, y defensor de la idea del salario mínimo universal garantizado, debatirá sobre la diversidad cultural y solidaridad económica. Sobre los nacionalismos y la izquierda debatirán los españoles Daniel Innerarity, catedrático de la Universidad de Zaragoza; Santos Juliá, catedrático de la UNED, y Javier Pradera, escritor y periodista de EL PAÍS.
Sobre la inmigración disertará Ricard Zapata, profesor de la Pompeu Fabra, junto con Joaquín Arango. Y sobre democracia y gobernación debatirán en otra mesa redonda Joaquín Estefanía, periodista de EL PAÍS; Ludolfo Paramio, profesor del Instituto de Estudios Sociales, y Amelia Valcárcel, catedrática de la Universidad de Oviedo.
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