La escasa oferta dispara el precio en origen del aceite de oliva un 34%

Los precios del aceite de oliva han experimentado desde el inicio de la campaña, el 1 de noviembre del año pasado, una subida del 34% en origen, según los datos manejados por el sector al pasar de 1,71 a 2,28 euros kilo. Se teme que los precios puedan superar los 2,40 euros por la escasez de oferta y la imposibilidad de grandes importaciones. Esta subida de cotizaciones, sin embargo, no se ha trasladado al consumo.

La razón de que los usuarios no paguen mucho más por el aceite se debe a que los incrementos han sido mínimos ante la política de estabilidad llevada a cabo por la marca líder Koipe-Carbonell y las medidas de presión de la gran distribución con sus propias marcas a la baja. En algunos medios industriales no se explican los secretos de algunos grupos de distribución para ofertar aceite por debajo de coste, a 1,72 euros litro, salvo que haya ventas con pérdidas. Algunas fuentes del sector, descartan la posibilidad de fraude por mezclas para bajar los precios de coste pero, otras fuentes, sin embargo, reclaman mayores controles de calidad a las firmas que practican esos precios para evitar competencia desleal y fraude al consumidor.

Esta campaña, con una producción mínima de 865.000 toneladas, aunque se partía con unos inventarios de 324.000 toneladas, se ha desarrollado en un mercado con tensiones alcistas al existir una demanda superior a 1,1 millones de toneladas entre el consumo interior y la exportación. Los precios arrancaron en la parte más baja, con una cifra de 1,71 euros kilo, para llegar a este mes de julio a 2,28 euros.

A la vista del comportamiento de la demanda interior y las ventas en el exterior, se espera que los precios sigan su escalada en los próximos cinco meses. Sin embargo, tras la experiencia de los años precedentes cuando los precios muy elevados en origen, por encima de los tres euros kilo, provocaron un hundimiento de las demanda, el sector ha optado por una política de subidas moderadas aunque las mismas podrían llegar incluso a los 2,40 euros. En los primeros meses de campaña, las ventas mensuales de aceite de oliva se elevaron a unas 100.000 toneladas gracias tanto a la estabilidad en el comercio interior como el buen ritmo de las exportaciones.

En medios agrarios se temía que ese ritmo de salidas, sobre todo en la exportación, se frenara en los meses siguientes y, con ello, que se estabilizaran los precios. Frente a esos temores, en los ocho primeros meses de campaña han seguido fuertes las ventas en España y en el exterior, dejando unas existencias al mes de junio justas hasta el inicio de la salida del aceite de la próxima cosecha.

Todo hace presagiar que en los próximos cuatro meses continuarán las tensiones en los mercados. La demanda interior se mantiene en más de 600.000 toneladas y las exportaciones en otras 500.000 toneladas.