Cuando el pollo costaba el doble que la ternera

"Existen mentiras, medias mentiras y estadísticas", dice un viejo aforismo. La frase la utilizan algunos para criticar que las estadísticas se usen a veces para llevar el agua a molino propio. ¿Es mentira decir que tres grados bajo cero es mucho frío?, o ¿que los sueldos han subido un 3%? No lo es. Pero a veces estos datos saben a poco y pueden ser sesgados si no se añade cuál era la temperatura otros años o que un aumento de sueldo puede ser un mero espejismo monetario al restarle la inflación.

El excelente libro 100 años de estadística municipal (1902-2001), que ha editado el Ayuntamiento de Barcelona, conmemora un siglo del nacimiento de la sección de estadística municipal con miles de datos y fotografías que hablan de cómo era y es la ciudad. Los datos aluden a temperaturas, precios, vehículos, edificios, mortalidad, transporte. Las conclusiones las saca el lector. Anna Ventura, jefa de estadística del Ayuntamiento, resume el espíritu del libro: "Va dirigido a los ciudadanos curiosos y a los expertos en los distintos temas".

Algunos datos son llamativos. El precio de la carne de pollo dobló al de la ternera durante años, cuando el pollo era símil de comida de domingo. Un kilo de pollo valía 48,6 pesetas en 1949 y uno de ternera, 25,4. ¿Barato? No tanto. Hay que multiplicar por 49,38 veces, que era el equivalente de una peseta de 1949 a una de 2001. Es como si ahora lo compráramos a 2.399,8 pesetas. La ternera adelantó en precio al pollo a partir de 1956 y hoy le triplica en precio.

Más datos del libro. Barcelona tuvo la temperatura mínima del siglo en el invierno de 1985, con 7,2 grados bajo cero, seguido de 1962, el año de la gran nevada, con 6,2 grados bajo cero. La media de ocupantes por piso era de 4,8 en 1902 y de 2,8 en 2001. En la ciudad había 208 coches en 1908 y 611.807 en 2001 y los habitantes han pasado en un siglo de 611.807 a 1,5 millones. En total, 195 páginas para entender mejor la ciudad.