Oscurantismo

Confirmo el contenido de la misiva del señor Luque Guerrero (EL PAÍS, 29 de junio y 1 de julio de 2003): el incumplimiento de la legalidad vigente por la promotora Grupo Pinar en varias de sus promociones. En la que a mí (y otros 80) me afecta (Antonio López, 248, Residencial Siglo XXI), el oscurantismo medieval ejercitado por el citado grupo inmobiliario es impresionante. Después de "quedarse" sin terrenos (véase EL PAÍS del 11-4-2003), vender viviendas en suelo que no era suyo por ley (esto fue denunciado al PSOE en el Ayuntamiento, sin ningún resultado), convertir áticos en dúplex, queriendo cobrar más de lo concertado en contrato de compraventa, hacer "desaparecer" muchos metros cuadrados del proyecto vendido, así como de instalaciones comunes (piscina...) en "compensación", nos quieren dar cosas que ya teníamos en el proyecto inicial comprado (y en el aprobado por la GMU), juegos de niños, etcétera.

Formalizado el contrato de compraventa (complemento del firmado en 1999), se les ha requerido para hacernos entrega de la documentación que les exige la ley: seguros, avales y memoria de calidades debidamente redactada (la entregada era una chapuza). El plazo era de siete días. Respuesta: silencio. En abril de este año intervino la Policía Municipal para levantar acta de que el citado Grupo Pinar carecía de hojas de reclamaciones, descubriendo otra anomalía: la sede del Grupo Pinar, paseo de La Habana, no tenía licencia de actividad. Increíble. Se hicieron llegar las pertinentes hojas de reclamaciones a la Junta Municipal de Chamartín, quien las remitió a su vez a la OMIC (mayo de 2003), y a día de hoy, realizada la pertinente gestión, me informan de que se ha recibido en este mes de julio.

Los recientes acontecimientos políticos con trasfondo de presuntas especulaciones urbanísticas nos confirman el poder mediático que ejercen los grupos promotores de viviendas, sin que las administraciones públicas ejerzan las facultades legales que les obligan a salvaguardar el buen orden y la legalidad vigente; sólo a "toro pasado" se echan las manos a la cabeza y prometen erradicar (como siempre en horas de elecciones) las costumbres abusivas establecidas. Lucharemos por nuestros derechos en todos los frentes posibles.