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Columna
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Cubo Stop

Cómo se ve que Esteban González Pons es consejero de Educación y Cultura: se ha leído a Jean Cocteau y conoce la Butte de Montmartre y sus nudos de corbata hechos por los merceros, los anuncios de ajenjo y las pipas Gambier y todo un mundo de objetos humildes que manosearon a sus anchas Picasso y Braque. Así se explica que si Jean Cocteau escribió: "El cubismo hizo ver cubos donde no los había y, confesémoslo, los hizo aparecer", Esteban González Pons diga que el proyecto de ampliación del IVAM es muy interesante, pero también muy caro, y que su departamento tiene otras prioridades: la construcción de colegios, para culminar el polvoriento mapa escolar. Confiemos en que dentro de un plazo prudente no tengamos que decir: "Esteban González Pons hizo ver colegios donde no los había y, confesémoslo, donde sigue sin haberlos". Como era de esperar, la oposición se ha quedado en un pasmo: en pasar de la alergia a la enseñanza pública de los anteriores Gobiernos autonómicos del PP, a la prisas por "construir las infraestructuras educativas pendientes" del consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Francisco Camps hay todo un abismo o un malabarismo. Ya se andará. Pero cómo quedan, en el ínterin, Zaplana y Olivas. Ambos, desautorizados a la remanguillé. Zaplana contando parados, mientras circula ministerialmente por los intestinos de un Zeus que hace aguas bien mayores; y Olivas, con automóvil, secretario y sueldo de ex, que ha cumplido su ocupación de mantener a temperatura presidencial los sillones del Palau. Agárrenme ese chollo.

Cuando el portavoz socialista del Ayuntamiento de Valencia, Rafael Rubio, y el coordinador de EU, Joan Ribó, se felicitaban por la decisión de González Pons, el director del IVAM, Kosme de Barañano sólo dijo: "Las prioridades las marcan los políticos y no los técnicos". El cronista, en este punto y con el respeto debido, opina, sin embargo, que ni los políticos, ni los técnicos, marcan las prioridades; las prioridades las marcan las necesidades de la sociedad, y los políticos deben limitarse a resolverlas con eficacia y prontitud. Sí que resulta complicado que se plantee un dilema de esta naturaleza: de un lado el IVAM es todo un símbolo y un signo, pero las manifestaciones que al respecto ya han formulado artistas, arquitectos, profesores y expertos son varias y no siempre coincidentes, más que en la relevancia del propio IVAM, con y sin las obras proyectadas; de otro, el mapa escolar que urge su definitiva conclusión, y no admite dilaciones. El cronista está, pues, de acuerdo con dar luz verde a los acuciantes problemas que provoca, cada año, la carencia de colegios públicos. Estudiantes y profesores no deben continuar dando clases en barracones y aulas prefabricadas, y con un alarmante déficit de infraestructuras y dotaciones.

Con el agobio del calor, y hablando de enseñanza, Camps se reunió en Elche, con los cinco rectores de nuestros campus, se refirió sumariamente al proyecto de la nueva Ley General de Universidades Valencianas, y anunció una sexta universidad virtual. Y tan amigos. Qué tiempos aquellos, en que los hombres del PP invadían cualquier apertura de curso, como si fueran impetuosos marines o jóvenes iluminados de azul mormón, por el imperio de la sinrazón y la arrogancia. Ya no hay patriotas.

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