El Mundial de Natación estrena piscina de quita y pon que amortigua el oleaje
El Palau Sant Jordi de Barcelona acoge durante 15 días una piscina de 50 por 25 metros totalmente desmontable - Las corcheras llevan en su interior turbinas para disipar la energía de la onda del agua
El Palau Sant Jordi de Barcelona ha acogido en su regazo todo tipo de seres humanos y objetos. El más reciente, una invasión de las míticas motocicletas Harley-Davidson.
Pero, por primera vez en su historia, el Sant Jordi tiene ya en su vientre una piscina flotante, una innovación se mire por el ángulo que se mire. Dicen que es la instalación flotante más grande del mundo, 50 por 25 metros, dos metros de profundidad y 2.500 metros cúbicos de capacidad.
La piscina en cuestión es de quita y pon. No hay un solo clavo, todo se monta y se desmonta. La empresa catalana Astral Pool empezó a diseñarla hace dos años con la mirada puesta en los Campeonatos del Mundo de Natación de Barcelona. Un total de 150 paneles de acero galvanizado, asegurados con cables de refuerzo, permitirán que se disputen en el Sant Jordi las competiciones de natación y la final y semifinal masculina de waterpolo.
Una piscina sin olas
"O se aprovecha lo que ya se tiene o se crean nuevas infraestructuras, que suponen una inversión muy elevada de dinero para unos mundiales. En este caso, pensamos que utilizando una piscina flotante, el coste y el tiempo de montaje sería mucho menor, con lo cual la sostenibilidad del proyecto es mucho mayor que en un montaje convencional. La piscina, que cuenta con cinco patentes, es la primera de este tipo que se hace en el mundo", dice Xavi Vila, director técnico de Astral.
La comodidad de los nadadores fue una de las prioridades de Vila durante el diseño de la piscina. El agua será prácticamente plana gracias a un rebosadero lateral que se extiende por todo el perímetro absorbiendo el choque del agua y evitando que se forme el oleaje. "El beneficio más importante para los nadadores es que tienen la mínima perturbación para efectuar el nado", argumenta Vila. Además, se han diseñado unas corcheras con turbinas en su interior, que disipan la energía de la onda que provoca el nadador.
La instalación cuenta, además, con un sistema de limpieza, compuesto por ocho monobloques que filtran y desinfectan el agua, que estará a una temperatura de 26 grados.
Astral Pool estrena para el acontencimiento un programa informático llamado MCS, que, desde el subterráneo del Palau Sant Jordi, gestiona y controla los equipos de filtrado y tratamiento químico de la piscina. El programa dispone de un registro de alarmas que informa sobre cualquier incidencia ocurrida en la instalación a través del móvil, el correo electrónico o un mensaje corto SMS.
"Gracias a este sistema, tendremos los resultados reales del gasto energético y de los productos de un evento de estas características" afirma Vila.
El reto: superar el modelo de Barcelona 92
No será necesario estar en el Palau Sant Jordi para saber qué está ocurriendo en los X Campeonatos del Mundo de Natación Barcelona 03. "Los periodistas, por ejemplo, podrán irse al hotel y seguir trabajando con la misma información que si estuvieran en la sede", explica Josep Maria Canals, responsable de tecnologías de los campeonatos.
El modelo de comunicación pensado para estos campeonatos quiere superar el de Barcelona 92, donde el acceso sólo era posible en los centros de comunicaciones de cada sede. Ahora se activará un solo sistema integrado para todas las aplicaciones. La información será accesible desde Internet a través de ADSL. Funcionarán unos 200 PC, y 2.500 personas dispondrán de clave para acceder a la extranet. Los resultados oficiales se expondrán directamente en formato PDF sin que nadie los manipule.
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