La UE impone el IVA a las ventas por Internet desde el extranjero

El 1 de julio entró en vigor una directiva de la Unión Europea por la que cualquier compañía extranjera que venda productos a un cliente de la UE que se descargan directamente de Internet -como música o software- deberán cobrar IVA.

Hasta ahora, las tiendas en línea europeas cargaban el IVA del país donde residía la compañía. Las empreas de Estados Unidos, país donde las ventas por Internet están exentas de impuestos para favorecer su crecimiento, no satisfacían ningún impuesto en sus ventas en línea a Europa. Durante años, estas empresas han escapado al sistema impositivo europeo que oscila entre el 25% y el 13%. Esta ventaja no afectaba a los comercios de venta en la Red que enviaban físicamente el producto a su comprador.

Para cumplir con el IVA europeo, las compañías extranjeras tienen dos salidas: aplicar el IVA que rige en el país del cliente o abrir una subsidiaria en un país comunitario y aplicar el IVA de aquel país. Esta desigualdad de trato fiscal ha dado lugar a situaciones polémicas. El año pasado, según Wall Street Journal, la compañía británica Freeserve, competidora de la norteamericana AOL, estimó que ésta, desde 1996 se había ahorrado en Gran Bretaña 216 millones de euros gracias a no estar obligada a cargar el IVA. Freeserve emigró sus servidores a Madeira para reducir distancias con AOL. En Madeira el IVA es del 13%, mientras que en Gran Bretaña es del 17,5%.

La medida ha soliviantado a las autoridades comerciales norteamericanas. Éstas alegan que se producirá una situación discriminatoria entre aquellas compañías con subsidiaria europea -que pueden aplicar un único IVA, el del país donde está su cuartel europeo- y las pequeñas empresas sin delegaciones en Europa que deberán conocer el régimen fiscal de todos los países comunitarios. Estas empresas deben verificar la residencia de sus compradores, un trámite del que están exentos las europeas o las extranjeras con subsidiaria en la UE. Esta indagación es muy difícil de realizar satisfactoriamente en Internet.

Las autoridades norteamericanas han advertido que harán un seguimiento de los problemas que se presenten y no descartan plantear el conflicto en la Organización Mundial del Comercio. La Unión Europea, por su parte, también se ha comprometido a realizar su propio seguimiento para comprobar si, en el futuro, se deben hacer correcciones a la norma actualmente en vigor.