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La futura cárcel tendrá doble población que Albocásser

Cientos de vecinos protestan contra el proyecto de Interior

María Fabra

La subsecretaria del Ministerio del Interior, María Dolores de Cospedal, y el alcalde de Albocàsser, Antonio Querol, firmaron ayer un convenio para la construcción de una cárcel en el municipio. El nuevo centro penitenciario contará con 1.008 celdas, algunas de ellas ocupadas por dos personas, con lo que el aforo será de cerca de 2.500 personas, casi el doble de la población censada en Albocàsser.

De Cospedal ensalzó ayer todas las ventajas que la construcción de un centro penitenciario conlleva para un municipio, por los puestos de trabajo, la mejora de las infraestructuras y el aumento de la población por el personal que empleará la prisión. Sin embargo, la protesta, no sólo en la población sino en otros municipios de la comarca, no se ha hecho esperar y ya en la noche del lunes se produjo una concentración de cerca de dos centenares de personas ante el domicilio del alcalde de Albocàsser.

El nuevo centro penitenciario se construirá sobre 350.000 metros cuadrados, en los que el edificio ocupará 90.000 y supondrá una inversión del Ministerio del Interior de alrededor de 50 millones de euros. La subsecretaria quiso destacar ayer que el pago de la licencia para dicha construcción será el beneficio más próximo para Albocàsser ya que asciende a una cantidad de 3 millones de euros. "No es un centro de tercer grado", dijo María Dolores de Cospedal, y supondrá la creación de puestos de trabajo, durante el tiempo de construcción, que no será superior a dos años. La nueva cárcel ocupará de 400 a 500 funcionarios, mientras que Interior confía en que las obras comiencen este año.

En cualquier caso, el convenio habrá de ser sometido a la aprobación del pleno municipal, tal como indicó ayer el portavoz de la Plataforma No a la Presó del Maestrat, Raúl González. Los vecinos contrarios al proyecto reprochan a su alcalde, sobre todo, la falta de información y el hecho de "no haber contado con los vecinos en una decisión así". "Albocàsser tiene una población tolerante y nada racista, pero no vemos los beneficios que dicen que traerá la cárcel", apuntó. Según González, la apertura de la prisión sí repercutirá en el municipio pero, según dijo, "una vez está en pleno funcionamiento, la cárcel cuenta con su propio economato y sus propios talleres y son las grandes empresas las que suministran al centro".

Tanto el PSPV como EU han coincidido en señalar que los beneficios para el municipio no serán tantos como augura el PP. Además, el parlamentario Ramón Cardona considera que si "Albocàsser necesita mejorar las comunicaciones ya sea por autovía a la costa o con otros pueblos y necesita de viviendas sociales, que se haga, pero no condicionándolo a la prisión".

El presidente de la Diputación, Carlos Fabra, quien ha mediado entre el alcalde y el ministerio, trató de "tranquilizar a los de la pancarta" al decir que "los hijos de las reclusas no estarán en el mismo centro que los niños de Albocàsser".

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