Barracas de diseño

Seis barracas aparecieron ayer en las inmediaciones del pabellón Mies van der Rohe de Barcelona. Estaban hechas con materiales pobres, tales como un conglomerado de latas de refresco y poliuretano, fragmentos de andamio, las típicas vallas metálicas de mobiliario urbano, madera, tela... Eran el resultado del Taller Barraca Barcelona, que, durante las dos últimas semanas, se ha estado celebrando en el Macba en el marco del proyecto Barraca Barcelona que forma parte del programa del Año del Diseño. Este proyecto tiene como objetivo analizar el problema de la carestía de la vivienda, especialmente en el caso de las situaciones de emergencia y de las poblaciones más necesitadas, y ha constado de una parte teórica, de un concurso para estudiantes y de un taller en el que una veintena de estudiantes y jóvenes licenciados han realizado propuestas de viviendas de emergencia. El resultado no puede decirse que solucione el problema de las viviendas de emergencia, pero sí que ha servido para plantear una reflexión sobre la posibilidad de una construcción más barata.

"Ha sido un experimento pedagógico de gran ambición que ha demostrado que hay una conexión posible entre el mundo físico real y el de las ideas", comentó ayer el arquitecto madrileño Juan Herreros, director del Taller Barraca Barcelona. "También se ha podido ver que es casi imposible dar una solución a la infravivienda desde la arquitectura porque seguramente la única solución posible es política", añadió Herreros, para quien más allá de las buenas intenciones "paternalistas" desde la que se planteó el proyecto lo que han acabado realizando los estudiantes es una experiencia "intensa y poética" sobre cómo puede vivirse con lo mínimo en la ciudad.

Según señala Herreros, el paso de plantear una solución a un problema social a uno individual sobrevino cuando los participantes en el taller se dieron cuenta de que "ellos podrían verse oblidados a utilizar esta vivienda, y más tarde incluso a desearlo". Esto no impide, añade, que no quede claro que "el de la vivienda es un tema político y social sobre el que la arquitectura tiene que posicionarse", pero la dificultad estriba en darle una solución sólo desde el ámbito del diseño arquitectónico. Herreros destaca que en todos los proyectos realizados se ha destacado la importancia de crear espacios de intimidad incluso en situaciones límite.

Elena Larro es una joven arquitecta madrileña licenciada desde hace un año que ha participado en la realización de uno de estos proyectos, concretamente en el denominado Qtris. Consiste en un habítaculo cuadrado de madera en el que Larro y sus otras tres compañeras de taller han realizado diferentes aperturas hacia el exterior que funcionan como "bolsillos" de tela o plástico que potencialmente permiten aumentar el volumen de la vivienda. "Lo más difícil ha sido que en sólo dos semanas hemos tenido que hacer un proyecto a escala 1:1 que sea habitable y mantenga la intimidad de sus ocupantes", explica. "El primer ejercicio fue construir en un día tu propia barraca a partir de lo que encontrabas en la calle y, después, hemos ido desarrollando el diseño".

El Taller Barraca Barcelona, que tendrá continuidad en septiembre con la presentación pública de estos prototipos, ha contado también con la participación de diferentes arquitectos y diseñadores que han realizado conferencias y clases sobre el tema. Más información en http://www.anydisseny2003.org/barraca/.