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La renuncia del obispo gay abre la polémica en la Iglesia anglicana

La renuncia inesperada, el pasado domingo, del homosexual Jeffrey John a tomar posesión como obispo anglicano de Reading ha abierto una agria polémica en la Iglesia de Inglaterra. Colin Slee, deán de Southwark (diócesis de Reading), denunció ayer que John había cedido a la "campaña" de los ultraconservadores, y calificó lo sucedido como "catástrofe" para el anglicanismo.

La candidatura de John, que iba a ocupar su sede el próximo octubre, estaba apadrinada por el obispo liberal de Oxford, Richard Harries. El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, cabeza de la Iglesia, no había objetado la designación. "Creo que el objetivo central de esta campaña ha sido el arzobispo de Canterbury, cuya autoridad se ha visto socavada gravemente", añadió Sayer Slee. "Es un mal mensaje no sólo para los homosexuales, sino para mucha gente heterosexual, abierta e inteligente".

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Nueve obispos habían firmado una carta de protesta contra el nombramiento de John y el arzobispo de Nigeria, la más extensa comunidad anglicana, amenazó con romper con la Iglesia de Inglaterra si el nuevo obispo asumía el cargo.

El portavoz de la diócesis de Oxford, Richard Thomas, señaló ayer: "Esto es el comienzo del debate, no su conclusión".

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