Discriminación sexual
Quería expresar todo mi apoyo a la comisaria griega de Asuntos Sociales en la UE, Anna Diamantopoulou. Como recogió su periódico (26 junio 2003), esta señora pretende sacar adelante una iniciativa para erradicar de la publicidad todas las discriminaciones sexistas y que lesionan la dignidad humana: la mujer-fregona, el marido comodón, la joven tonta-explosiva... Los anunciantes y algunas empresas han puesto el grito en el cielo, alegando que sería una forma de censura. Apelan estos empresarios al respeto a la libertad, pero su única preocupación es ver disminuidos sus cuantiosos ingresos.
Una se alegra de que haya sido una mujer la que tome esa iniciativa -esperemos que le dejen tomarla-, harta de ver tantos anuncios en los que las mujeres son usadas únicamente como atractivo sexual o aparecen felizmente sometidas al macho dominante. Una cosa, señores, es evitar que el sexo sea algo tabú y otra convertir el atractivo sexual en atractivo comercial. Por favor, no jueguen con nosotras. Ánimo, Diamantopoulou.